FELIZ NAVIDAD (A LOS ANTICASTRISTAS)

por Esteban Fernández


Si, quizás esta sea la primera vez en que alguien escriba deseándole unas Felices Navidades a un selecto grupo de personas solamente. Es un deseo muy selectivo. Lo acepto porque en realidad a mí solamente me interesan los anticastristas. En ese sentido yo soy un fanático. Disculpen que eso hiera la susceptibilidad de alguno.

Pero los patriotas cubanos son mis únicos amigos, mis familiares, mis seres queridos. Y no es que le desee mal a todo el que no sea anticastrista (a los castristas sí les deseo todo lo malo porque se lo merecen) simplemente es que yo vivo rodeado de anticastristas, y los demás seres humanos no me interesan para nada. Es mas, ni los conozco.

A mis hermanos anticastristas, los que se han pasado casi 50 años sufriendo, añorando a Cuba, deseando la libertad de Cuba, luchando por una causa justa LES DESEO TODO LO MEJOR. Les deseo que se cumpla su sueño sagrado.

El año pasado les aseguré que este 2006 seria el año donde saldríamos de Fidel Castro. Me atreví por primera vez en 40 años a predecir algo, y todavía no sé si adiviné o no. Pero estoy seguro que el 2007 nos traerá la noticia que todos los anticastristas esperamos: El final del tirano. Y mientras tanto, mientras el palo va y viene, espero que Fidel Castro tenga la peor y más dolorosa Navidad de toda su vida.

Porque se lo merece por H.P. y porque ha destruido a una nación, ha separado a un pueblo, ha mandado a asesinar a miles y miles de cubanos, y ha cooperado en la muerte de miles de latinoamericanos y de africanos.

A los anticastristas les deseo salud, prosperidad, paz y tranquilidad. A los ancianos cubanos les deseo que estén rodeados de hijos y nietos que los quieran y los respeten.

Los castristas no creen en Dios, ni en Jesucristo, ni en religión ni en nada. En estos momentos andan celebrando los 50 años del desembarco de la pandilla de asesinos que esclavizaron a Cuba. Esa es su fiesta. La nuestra es en honor al nacimiento del niño Jesús. Mis deseos son poder el año que viene volar el yate Granma en mil pedazos.

Y si por casualidad alguien me está leyendo y no se siente profundamente anticastrista no se ponga bravo conmigo, simplemente que no me lea más porque no escribo para él.

Yo escribo para usted, para mi gente, para mi pueblo, para el exilio histórico, para los que llegaron después pero se unen a nosotros en el odio contra la tiranía sangrienta y brutal, para los que le duele la tragedia de nuestro país.

Decir “Feliz Navidad para todos” quizás sea algo bonito y elegante, pero sería una hipocresía de mi parte. Generalizar eso de “Feliz navidad” pudiera incluir, por ejemplo, a Raúl Castro quien ahora mismo se encuentra trabajando brutalmente para lograr mantener encadenados a los cubanos tras la desaparición de su hermano mayor. No, nada de Feliz Navidad para todos. A Raúl, a Ramiro, a Almeida, a Colomé, y hasta al último y más infeliz castrista en todo el mundo, que los partan miles de rayos.

Ni aunque se pongan de rodillas yo les deseo nada bueno a los fidelistas, ni resucitando a Pedro Luis Boitel, a “Francisco”, a Plinio Prieto, a los caídos en Girón, ni a los muertos del Escambray, ni a los que han sido devorados por los tiburones en el estrecho de la Florida.

A usted que piensa igual que yo, a los hombres y mujeres buenos y decentes, que desean lo mejor para la Isla de Cuba, que sueñan con el final de la peor dictadura del planeta tierra (cubanos y no cubanos) yo les deseo UNA FELIZ NAVIDAD. Mientras tanto tengo que ser sincero: los castristas se pueden ir todos al infierno. Mensaje a mis hermanos: el lechón asado la próxima nochebuena en Cuba libre. En Güines los espero.



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