EL HÉROE, EL COBARDE, LA VÍCTIMA Y EL VERDUGO

 

"Si on tape sur un gosse pendant quatre ans et qu`on lui donne ensuite de l`amour, des stimulations intellectuelles, un environnement riche et une aide psychologique, il revit comme un fleur."

Stanislas Tomkiewicz*

"Ayude a un niño triste a tiempo y él revivirá como una flor" han sido las palabras más oportunas del psiquiatra Tomkiewicz, un judío polonés radicado en Francia, que pasó por una experiencia similar a la de Elián González y ahora nos asegura en su biografía que: "Los derechos de los niños son un lujo de los países ricos. De ahí en fuera, la suerte de los niños es precaria." Como en Cuba, donde la resistencia a la miseria tiene sus límites y donde generalmente son los niños los que más rápido se pierden entre la prostitución y una autopista azul que invita a escapar a los más desesperados.

Sin embargo, ya Bill Clinton lo ha dicho: "Elián go to Hell" a no ser que haya quien entienda el ser repatriado a Cuba de otra forma. De los demócratas estadounidenses, como de los socialistas españoles, el exilio cubano y los amantes de la democracia en Cuba no deben esperar más que ambigüedad y obstáculos en nuestra lucha por la libertad. Incluso el ABC, hasta hace poco considerado un periódico de centro derecha, se hace eco del compañero Juan Miguel González y del Servicio de Inmigración de los Estados Unidos para apoyar que "el único con derecho a hablar por Elían es el padre"1 (¡abajo los derechos del niño!), o lo que es lo mismo, un turiesclavo de Fidel Castro y su dictadura. Para el ABC las manifestaciones en Cárdenas son "emotivas y espontáneas", mientras que el exilio sólo utiliza al indefenso Elián para pegar sus grietas.

Por su parte, El País da rienda suelta a su jauría anticubana2 para dejarnos entender que el exilio cubano es un "exilium tremens", duro, y sólo preocupado en satisfacer su odio social y no el futuro de un niño al que el comunismo dejaría seguramente sin ninguno (el final de la frase es mía, no de El País). Pero, ¿qué esperar de estos periodistas si tan siquiera reconocen que este niño huía de Castro, como tantos otros, y por el hambre que genera su malvada tiranía? Y ¿qué de ese periódico llamado "El País" que se declara aliviado por la sensatez y respeto a la legalidad de una administración que se niega (y se negó hasta que pudo) a someter el caso a la justicia?

Cuando los Servicios de Inmigración norteamericanos complacen un capricho de Castro, los españoles y casi toda su prensa publican que los americanos son buenos, sensatos e imparciales, pero cuando ocurre lo contrario, ni hablar. El héroe de esta novela vendida por capítulos a los españoles dentro de estos diarios es entonces el padre de Elián, un portero de hotel con cara de "yo no fui" (pero comprometido con Castro a enseñar a su hijo el servil arte de abrir puertas a los españoles) que lo único que desea es ver a su hijo plagado de conjuntivitis y lleno de piojos junto a otros ectoparásitos endémicos de las aulas del MINED. Si, un héroe fabricado por los españoles que también desean que el niño regrese, pero para mandarlo a la "Escuela al Campo" a trabajar gratis para las transnacionales ibéricas hasta que no resista más y tenga que escapar otra vez en una balsa de ese martirio en el que su padre lo quiere obligar a vivir.

El cobarde, según el escritor anónimo de uno de estos artículos hechos en España3, es el gobierno norteamericano, porque este no se ha opuesto al "exilio fanático cubano" que sólo intenta retener al niño por medio de "manifestaciones y agitación callejera, en vez de dejarlo en paz. Con su padre." Según la España Roja (con sede vitalicia en El País), la víctima en este caso es el niño (aunque poco les ha faltado para incluir también a Fidel Castro por haber hecho el mayor de los ridículos al darle un plazo de 72 horas a los americanos para que repatriaran a Elián [para él, todos los problemas con los gringos se resuelven en 72 horas] y estos no le han obedecido), que está siendo objeto de la manipulación más despiadada del exilio, que en este caso, sobra que lo aclare, es para ellos el verdugo.

Según estos procastristas peninsulares4 es el exilio de Miami y "su vocerío" los que no aceptan el retorno del niño "a un buen padre que ha expresado sus verdaderos deseos". Estos voceros castristas acusan además al exilio de presionar al compañero González para que vaya a la Florida donde seguramente lo someterían a "inmensas presiones, intentos de secuestro, o incluso la muerte". Para ellos, no es el gobierno de Castro el que se niega a dejarlo ir a buscar a su hijo, sino él mismo (el héroe), al que "no se le ha perdido nada (¿ni nadie?) en aquel país vecino". El chantaje de Fidel Castro, las amenazas de Ricardo Alarcón, y la histeria colectiva de los comunistas cubanos y españoles por las calles de La Habana son justas. ¿Cómo pueden haber conversaciones con los norteamericanos si Elían sigue secuestrado por ellos?

Y para poner la tapa al pomo, nada más faltaba Radio Televisión Española Internacional, la siempre fiel a la Cuba de Fidel, la inmetible, dejándonos ver en todos sus telediarios dos banderas españolas ondeando inmensas entre las minúsculas banderitas cubanas de papel frente a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana. Un apoyo desde la "madre patria" (¡como me gustaría ser huérfano de semejante madre!) en contra de los "tambores de guerra agitados en Miami cuya mezcla de elementos emocionales y tribalismos políticos cubanos" está dificultando el destino de Elián4. ¡Jilipollas!

La alegría cundió en esta España editorial cuando la Sra. Janet Reno desautorizó a la Juez Rosa Rodríguez por conceder autoridad a los familiares del niño para presentar el caso ante los tribunales. Desde entonces, el diario El País se puso al servicio de Castro para atacar a Rodríguez como una juez parcializada en un conflicto de intereses5. Igualmente, han venido calificado a Dan Burton como un manipulador de la legalidad americana al citar a Elián para que comparezca ante el Congreso, y siguen hablando de "abuso infantil" y de cientos de miles de madres en el malecón habanero6, cuando todo el mundo sabe que de lo que se trata es de salvar a este niño reclamado por miles de niños (no de madres como ellos aseguran) sacados de las escuelas (o sea, el ausentismo por decreto dictatorial) para que griten, muevan banderitas y hagan bulto publicitario a esta campaña de Fidel.

¿Es acaso correcta esta clasificación e intromisión española en un incidente cubano-norteamericano? ¡No!, porque lo primero que deberían hacer estos gallegos guatacones es no meter la cuchareta en un asunto al que nadie los ha llamado. El héroe en este caso no es ese "buen padre" fabricado de la noche a la mañana en esos laboratorios de mala tinta, sino Elizabeth Brotons, la madre de ese niño. Ella es la heroina a la que todos (y especialmente los españoles) han querido desde el inicio ignorar. Para ellos, la mujer vale cuatro palos y un par de puñaladas (ya son más de 9 las mujeres asesinadas en lo que va de año en la nueva España) y por tanto, ella no podría ser objeto de respeto.

Pero la víctima no es tan sólo Elián, a quien el castrismo asesinó a su madre, la víctima son también los 87`000 cubanos asesinados, ultrajados y exterminados en nombre del poder. La víctima es esa criatura a la que el exilio quiere al menos dar una oportunidad para que en un futuro su medio hermano, e incluso su tarado padre, puedan ser libres y reunificarse junto a él. Entonces, el cobarde es también ese barbudo que se ampara en un niño para acallar el deseo de todo un pueblo. Es ese que dijo que "los americanos iban a pagar bien caro lo que estaban haciendo"**, mientras que quienes todavía lo siguen pagando caro son los pobres cubanos que no tuvieron la suerte de estar aquel día tomándose un cafecito en la casa bombardeada del difunto Mario.

Todos los cubanos con los que he hablado en Cuba por la vía del teléfono coinciden en calificar como una reverenda payasada el cumpleaños que le hicieron a Elián7 porque desde los 2 años, según se sabe, sólo su madre le compraba el kake y sufragaba sus aniversarios. Todos, sin excepción, coincidían también en que Fidel había desatado la histeria colectiva de los envidiosos en Cuba (y ya se ve que hay bastantes), para que el niño regresara a padecer miseria y esclavitud. El padre, ¡que padre!, quiere ir a Miami a matar con un rifle a los que dieron de comer a su hijo, a los que lo llevaron a Disney World y en definitiva, a los que lo han hecho vivir momentos de alegría que un puñetero portero y lamebotas jamás podrá dar a su hijo.

El problema, ya de por si bastante enmarañado, viene dado por la opinión de algunos tontos eminentes que otorgan a este tal González la patria potestad. Los hay intectuales, ex-agentes del castrismo e incluso, anticastristas de pura cepa que han llegado a decir que si, que Elián debe estar junto a su padre cuando por justicia debieran haber dicho ni en Cuba, ni fuera de ella, con semejante monigote. Si el bienestar de un niño depende de quien lo cuida, en este caso el compañero González debiera ser el menos indicado. O sea, debiera perder la patria potestad de Elián por querer educarlo en una cárcel, por querer la desnutrición para su hijo, por querer educarlo con consignas y no en las matemáticas que tanta falta hacen al pueblo de Cuba para acabar de despertar de tanta bobería llamada determinismo económico.

No hay que ir a buscar ejemplos de destrucción y separación familiar arbitraria en cubanos con renombre, sino en cualquiera de nosotros. Cualquiera en Cuba ha tenido un padre preso, fusilado o internacionalista. Cualquiera de nosotros ha conocido un niño víctima de Castro y separado de su familia cuando la Operación Peter Pan durante largos años, y sólo porque Castro se opuso y se ha opuesto siempre a la reunificación familiar. La lista es interminable y los métodos incontables y van desde la separación de matrimonios por problemas ideológicos o incluso de vivienda, hasta la separación definitiva por la muerte en combate de un internacionalista, o en el paredón si se trataba de un contrarevolucionario.

Para que mis hijas Emmylou y Jessica pudieran reunificarse conmigo en Suiza tuve que tocar más de mil puertas para hacer presión. Después de 3 años, después de haber perdido 9 pasajes (3 veces el de mis dos hijas y 3 el de su madre) y después de haberse interesado en el caso medio exilio cubano, además de una decena de organizaciones vinculadas a los derechos humanos (incluída la secretaría del Relator Especial para Cuba en la sede de la ONU en Ginebra), finalemente las dejaron salir. Sin embargo, llegaron a Suiza raquíticas, una de ellas con problemas de visión dada las carencias de vitaminas que sufrió en Cuba, y llenas de traumas psicológicos ya que en la escuela las maestras la emprendieron contra ellas a reglazos y todavía sufren frecuentes pesadillas. En las madrugadas, los uniformados del régimen irrumpían en el apartamento de la madre a cualquier hora de la madrugada, las amenazaban con represalias y llegaron incluso a intimidarlas para que hablaran mal de su padre. Tenían entonces 6 años, la misma edad que tiene ahora Elián.

Si el niño es devuelto a su padre en Cuba, no es el exilio quien pierde esta batalla (tal y como lo añoran los periodistas españoles), sino ese niño y sus derechos. Sería la primera vez que el gobierno de los Estados Unidos condena a un niño extranjero a la esclavitud (trabajando para corporaciones españolas sin sueldo) fuera de sus fronteras. El exilio ya ha ganado con creces la batalla de la honra, la batalla de la dignidad, de la solidaridad y de la cubanía. A nosotros no nos queda ninguna duda: el niño Elián debiera ser libre por encima de la patria potestad, las presiones castristas y el apoyo vil que España da a la dictadura más antigua del continente americano. Así las cosas, sólo me queda dar a todos mis compatriotas un buen consejo. Si su balsa no llega a buen destino, trate de hundirla antes de llegar a España. En ese país, y sólo por el hecho de ser cubano, usted podría ser enviado de regreso a Cuba con su padre (Fidel Castro), al que los medios de prensa de la administración Aznar siguen otorgando nuestra patria potestad.


Carlos Wotzkow
Bienne, Enero del 2000

* Dedicado a los estudios del comportamiento en niños adoptados producto de la huida del fascismo, este psiquiatra y colaborador de Michel Schiff (L`Intelligence Gaspillée, Seuil, 1982) ha dejado claro que para un niño de la edad de Elián todavía hay tiempo: "Après les bébés donnés en adoption immédiate, l`equipe s`est intéresée aux enfants qui changent d`environnement entre 4 et 6 ans. Il s`agit d`enfants souvent placés et maltraités qui ont ensuite trouvé una famille adoptive dans un milieu socio-économique très supérieur au leur. Cette fois-ci, les resultats permettent d`attaquer le discours psychanalytique qui dit que tout se joue avant l`âge de 2 ou 3 ans."

** En el verano de 1958 Fidel Castro escribía a Celia Sánchez:"Celia: Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra acabe, comenzará una guerra más grande y larga, la guerra que voy a echar contra ellos. Fidel" Después de ver la tortura que ha representado el castrismo para el pueblo de Cuba no se sabe qué hubiera sido mejor, si librarse de aquellas bombas, o haberse librado con ellas y definitivamente de padecer con Fidel Castro.


FIN


Carlos Wotzkow

Este y muchos otros articulos de Carlos Wotzkow en
la revista GUARACABUYA:

http://www.amigospais-guaracabuya.org


NOTAS:

1.- Armada, Alfonso (2000): El niño Elián González, citado para comparecer ante el Congreso de Estados Unidos. ABC.es. Internacional. Domingo 9 de enero 2000.

2.- Haro Tecglen, Eduardo (2000): Naufragio. El País. Opinión. Jueves 8 de Enero del 2000 N° 1345. 2 pp.

3.- Anonimo (2000): Elián, con su padre. El País. Opinión. Jueves 6 de Enero del 2000 N° 1343. 1p.

4.- Valenzuela, Javier (2000): EE UU desoye la presión anticastrista y autoriza el regreso del niño "balsero" a Cuba. El País. Internacional. Jueves 6 de Enero del 2000 N° 1343. 4 pp.

5.- Valenzuela, Javier (2000): Washington desautoriza a la juez de Miami que retrasó la devolución de Elián. El País. Internacional. Jueves 13 de Enero del 2000 N° 1350. 2 pp.

6.- Vicent, Mauricio (2000): Más de cien mil madres cubanas exigen en La Habana el regreso del niño "balsero". El País. Internacional. Sábado 15 de Enero del 2000 N° 1352. 2 pp.

7.- Arroyo, Victor Rolando (2000): Elián y el teatro bufo. Cubanet Independiente UPECI. Cubanews. 2 pp.


Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org