DIOS ME LIBRE DE LA DESINFORMACION, QUE DEL "TRIBUNE DE GENEVE" ME LIBRO YO

por Carlos Wotzkow


 

"Il serait bon de délivrer Elián en lançant une opération armée contre le repaire grouillant (des anticastristes) à Miami même. Il y a ici des hommes capables de le faire".

Fidel Castro

¡Hasta en Suiza hay periodistas bobos! Llámese a este entonces, Antoine Maurice. Este "editorialiste" del "Tribune de Geneve" ha redactado un muestrario de ignorancia y desinformación digno de encausar. Intitulado "La historia de Elián, niño devorado por los ogros"1, el Sr. Maurice demuestra un desconocimiento verdaderamente supino. Pero veamos las numerosas imprecisiones de este artículo insertado como editorial en uno de los rotativos más leídos y respetados en la Suisse Romande.

El primer error es aquel que ya desde el primer párrafo asegura que Elián fue rescatado por los guardacostas norteamericanos y no por unos pescadores que se encontraban en la zona. Luego, en la frase siguiente, dice que Elián fue acogido en Miami por su familia materna, cuando en realidad uno de los puntos de mayor peso en esta pugna, ha sido que esa parte de la familia que lo protege es la del padre y la que, por añadidura, no lo quiere abandonar a su suerte en un país del cual su progenitor ha deseado siempre huir.

Como bien se ha dejado ver en este artículo, la batalla por Elián ha sido una lucha entre su familia en Miami y el Gobierno de Castro. Los unos, han querido desde un inicio el bienestar del niño, mientras que el otro, apenas ha deseado convertir el caso en una batalla política a ganar, basándose en los derechos de la patria potestad que los Estados Unidos sí respetan. Sin embargo, no es cierto que sus tíos abuelos en Miami hayan corrido a entrevistar al niño en la cadena de televisión ABC para contrarrestar a la justicia, ni que ese niño se haya declarado deseoso de permanecer en Miami "fuera de las cámaras".

En realidad, y esto lo haría yo si estuviese en su misma situación, la familia de Miami sólo ha intentado equilibrar la información desfavorable que se ha dado de su gestión, pero sólo dejando ver a la opinión pública mundial, que ese niño adora haber llegado al sitio sobre el cual su madre le había hablado tanto. Esto fue algo que el niño dijo y expresó a su forma a la presentadora del programa de ABC y ante las cámaras, pero desafortunadamente, era una frase para la cual la censura impuesta por el gobierno, o los intereses de su propietario, no estaban preparados para difundir.

Resulta indiscutible entonces dejar pasar por alto un hecho. Nadie en Suiza puede comprender cómo un padre que reclama tan claramente a su hijo, lo dejó partir con su madre a una aventura tan peligrosa. Por fortuna, la mayoría de prensa y la televisión de Suiza no son como la española y lejos de meter cizaña entre el exilio y el pueblo de Cuba, como tanto hace la TV de Pío Cabanillas2, aquí se transmiten todos los cuidados que la familia de Miami ha tenido para con el niño.

Contrario a la opinión del deber familiar que tiene el Sr. Maurice con relación a la entrevista concedida en ABC, hay, en la familia entera de su tío abuelo Lázaro González, un fuerte sentido del deber por garantizar el futuro y la libertad para ese menor. Mejor hubiera dicho este editorialista lo desastroso que resulta la postura americana de violar sus propias leyes en materia de Estado para ceder así a las presiones testarudas del vecino dictador. Mejor, sería haber explicado que esa pobre criatura no llega a comprender que su madre ha muerto porque su padre, ese que lo adora ante los micrófonos, le ha dicho por teléfono que no, que ella está viva y todavía en Cuba.

Entre las dos orillas del estrecho de la Florida hay una tormenta moral que este periodista suizo no parece comprender. No parece saber este señor que la patria potestad es una autoridad parental legítima si el abuso, las golpizas y el desgano del padre no hubiesen primado en su patrón de conducta durante los primeros años de la vida de su hijo. No comprende este señor que la lucha del exilio no es por quedarse con el niño, sino luchar contra todos los medios de difusión que tergiversan esta historia y que lo único que quieren es dañar para toda la vida su futuro.

Hay que señalar que los abogados de la familia de Elián en Miami han estado todo el tiempo apelando al derecho que les concede la justicia norteamericana y hay que reconocer que ha sido el presidente Clinton el que ha instruido a Janet Reno de violarla. Los intereses invisibles de esta posición apuntan a la repatriación de miles de criminales cubanos encarcelados en los Estados Unidos desde la época del Mariel y a los que Castro aceptaría sólo si le dan a Elián.

Por fortuna, otros medios de información europeos saben, y así lo expresan a este mismo rotativo helvético3, que son los servicios de inmigración (los mismos que adjudicaron a Elían a su familia de Miami) los que ahora lo quieren sacar de allí con una declaración firmada en blanco, y con un estilo que jamás ha caracterizado al proceder norteamericano. Queda claro entonces, que los abogados del servicio de inmigración siguen las órdenes del Castro (vía el beneplácito de Clinton), pero esto se debe a que en Suiza, la prensa deja oír la voz de su tío abuelo y califica junto con él de "bochornoso y triste" lo que el gobierno norteamericano está intentando hacer.

Así se dibuja el panorama de un niño rescatado del mar camino de la libertad. El INS de los Estados Unidos acaba de negar el permiso de residencia de Elián en su territorio. Por esa misma resolución, se le niega la libertad condicional de la cual disfrutaba en casa de sus familiares desde el 25 de noviembre pasado. Su padre, apoyado por el gobierno cubano y por la administración demócrata del presidente Clinton exige su repatriación a la isla comunista.

Sin posibilidades de ir a la escuela por motivos de seguridad, las autoridades norteamericanas están más interesadas en repatriar a este niño que en descubrir quiénes fueron los agentes castristas que han enviado paquetes explosivos para eliminar a Elián. Para Castro, la muerte de este niño en territorio norteamericano sería toda una bendición. Lo imagino ya echando un discurso de 10 horas y acusando a los cubanos de Miami de haber causado la muerte del niño para no dejar que regresara a Cuba. Me imagino además ver a su padre un día más y después, todo ignorado en el olvido.

El lunes pasado, la prensa en Suiza hacia eco de las declaraciones de su familia en el exilio. Ahora más que nunca, Elián debía estudiar en casa. El presidente Fidel Castro acababa de declarar en La Habana "que sería bueno enviar una operación armada para liberar a Elián" y amenazaba: "hay aquí hombres capaces de hacerlo". Unas horas más tarde, y viendo ya el nefasto efecto de sus declaraciones incoherentes y arrogantes, Fidel Castro se autocorregía: "para mí está claro que no vamos a luchar en el terreno de las armas, pero sí en el de las ideas."

El caso de Elián preso en Cuba, o libre para siempre en los Estados Unidos, ha servido de mucho. Lo primero que ha logrado este pequeño niño es tener a millones de cubanos listos a adoptarlo. Elián ha perdido a su valiente madre, pero se ha ganado a todo el pueblo. Incluso a una buena parte del pueblo norteamericano. El concepto de la cubanía que ha enarbolado el exilio cubano en Miami y en el mundo entero, nos ha hecho más humanos, nos ha unido más y nos ha dado, otra vez, toda la razón.

La desgracia de este pobre niño nos ha mostrado y recordado cuan infames y anticubanas han sido todas las administraciones demócratas de los Estados Unidos. Desde la administración Kenedy hasta la de Clinton todos esos presidentes nos han traicionado como nadie. La cobardía de Kennedy en Girón, los tratados migratorios del desprestigiado Carter, el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, la invalidez de la Ley Helms-Burton, y las últimas negociaciones secretas de Clinton con Castro nos llevan a pensar que el próximo paso de su administración será la eliminación total de la Ley de Ajuste Cubano.

Ya sea por vocación, o por entusiasmo comunista, el niño balsero nos ha permitido descubrir a todos nuestros enemigos. La mayoría de la prensa escrita y televisiva de España nos ha declarado la guerra como nadie. Para todos esos medios informativos de la administración de Aznar el exilio cubano que quiera la independencia de Cuba, que luche por la libertad de Elián, o que de gracias a los Estados Unidos por acogerlos como una comunidad de perseguidos, no es más que "el exilio radical". Entre ellos estamos los extremistas, los terroristas y por supuesto, los anticolonialistas.

Elián nos ha despertado del romanticismo y nos ha sacado de un ensueño que nos hacia creer que el mundo libre estaba de nuestro lado. Elián nos ha enseñado cuánto nos desprecia el socialista norteamericano y cuánto quiere aprovecharse de Cuba el inversionista y populista español. Pero además, y esto ya no tiene nada negativo, el pequeño Elián ha sido una magnífica conferencia magistral sobre el castrismo. A él deberemos en los años futuros todo lo que hemos explicado a la opinión pública mundial sobre lo que representa una dictadura de corte estalinista.

Es cierto que la España del Partido Popular no se ha interesado en nuestras denuncias, pero en cambio, "nuestra América" si que las ha escuchado. Es indiscutible que en Europa los cubanos ya se han despertado, y que la prensa por el mundo se ha movilizado. Hoy día un norteamericano (de acuerdo o no con la "repatraición" de Elián) sabe más del sufrimiento de nuestro pueblo que lo que sabía hace tan sólo unos cinco meses. Desde Suecia a Portugal (y lo vuelvo a aclarar, con la única excepción de España) todos saben más sobre el castrismo.

Llévese Castro por la fuerza al pequeño Elián, que ya lo volveremos a sacar. Pero para entonces, ya saldrá hecho un hombre que madurará finalmente libre y que será, como bien decía Oriana Fallaci: "dulce con los débiles, feroz con los prepotentes, generoso con quien le quiera, despiadado con quien le mande y por último, enemigo de quien le diga que Jesús es hijo del Padre y el Espíritu Santo y no de la Madre que lo dio a luz." Enemigo de quien le niegue que su padre lo traicionó, traicionando a su vez y por cobarde, la memoria de su maravillosa madre, Elizabeth Brotons.


FIN


Carlos Wotzkow
Bienne
Abril, 2000

1.- Maurice Antoine (2000): Histoire d`Elian, enfant dévoré par les ogres. Tribune De Genève. Éditorial de Opinion. Mercredi le 29 de mars 2000.

2.- Presentador (2000): RTVE Internacional. Telediario de la 13: 30. Miércoles 11 de Abril. Este presentador dijo (leyó) textualmente: "la culpa de todo la tiene Eliancito que no quiere irse, dicen con descaro los exiliados de Miami".

3.- AFP (2000): Les autorités américanines menacent d`expulser Elian. Tribune de Genève. International, Mercredi le 29 de mars 2000, p. 8.



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