Eloy Gutierrez Menoyo

Por Carlos Wotzkow

¡Viva la Revolución! “Mi exilio a terminado... ahora quiero reconstruir la revolución.”

¡Ooops! Espero que nadie crea que estoy borracho, ni mucho menos que se trate de una provocación políticamente correcta. Hace unos días, un conocido terrorista argentino aseguraba que la revolución cubana era válida para Cuba (es decir, para los cubanos), no para la Argentina. Entonces pensé en el profundo mensaje de su observación. ¿Por qué los cubanos nos merecemos semejante desgracia y los argentinos no? Y no es que yo le desee una dictadura a nadie, pero ¿por qué hay quién nos las desea a nosotros?

No hallo otra respuesta que no sea la que aporta la maldad. Tanto Enrique Gorriarán como Hebe de Bonafini (por citar sólo un par de ejemplos) no conspiran por el bienestar de su pueblo, sino por construir una gran plataforma de poder desde la cual puedan exportar e implementar sus ideas de terror. ¿Se imaginan ustedes a un país como la Argentina, con tantos y tantos millones de boludos, aplicando una política exterior similar a la de Castro? El efecto sería devastador y a George W. Bush le estaríamos enviando cartas abiertas a la dirección de su refugio antiatómico.

Sin embargo, hoy debo dar gracias a la revolución por sus enseñanzas. Creo que los cubanos hemos aprendido muy bien la lección y al ocaso de la actual dictadura, el reenganche es imposible. Es más, considero que el futuro presidente de Cuba debe ayudar a toda la América Letrina a lograr sus revoluciones. No hay mal que por bien no venga. Si cada país letrinoamericano instalara en el poder a un pequeño Fidel Castro, Cuba, que ya sabe lo que es perder el tiempo durante 44 largos años, volvería a florecer económicamente y a ubicarse a la cabeza de los países hispanohablantes en un tiempo récord.

Todos los cubanos sabemos eso, aunque al parecer hay un turista español de visita en Cuba que no se ha enterado de esta realidad. Esta vedette de Radio Televisión Española, más conocido en los periódicos como Eloy Gutiérrez Menoyo, quiere trabajar con la oposición distanciada de la política de los Estados Unidos (el país que le dio asilo y protección) y, sobre la base de sus propias afirmaciones, cercana a los moderados militantes del PCC*. En un espectáculo mediático como pocos hemos visto, Menoyo ha demostrado saber lo que quiere el pueblo de Cuba y por ello, se ha negado a abandonar el país.

Ooops, esto es sospechoso. ¿Se imaginan? Proclamarse cubano con un pasaporte español y no querer abandonar la isla. ¡Este cuentista es más surrealista que mismísimo Dalí! Vean sino los mensajes: Menoyo socialdemócrata, Menoyo un altruista equidistante, Menoyo un político sin intereses personales, y al final, si no les causa asombro, ¡Menoyo for president! o mejor dicho... para prezidente! - Gladys, mi vida - le dirá por el teléfono -, ya puedes dejar Mayami y venir a tuz apozentos en el Palazio Prezidenzial. Ya erez la primera dama de esta primera república bananera mixta (cubano-española) del Caribe.

Como buen español que es, respaldado por el PSOE y IU desde Madrid, Menoyo quiere demostrarle al mundo que le ha llegado el turno de gobernar en La Habana. Eso sí, sin desestabilizar al viejo tirano y de manera que no se caiga (no vaya a ser que se nos parta un huesito de su cadera). Presente en Cuba durante la celebración del 50 aniversario de la matanza del Cuartel Moncada, Menoyo ya ha empezado a robar la primera plana y las cámaras españolas y norteamericanas a Fidel Castro y a Lucía Newman (las dos momias con micrófono más conocidas en Cuba).

Su discurso es tan increíble como eficaz: “ez mi derecho como cubano vivir en Cuba” (antes, como español, su derecho era el de refugiarse en los Estados Unidos). “Conzidero que zoy máz útil aquí que en el extranjero (claro, en los Estados Unidos nunca disparó un chícharo). “Me entreviztaré con Elizardo y con Ozwaldo dezpuéz que me firmen zu ruptura con la embajada norteamericana.” Y para rematar con su amanerado ideario de revolucionario concluyó: “el ezplendor gloriozo de la Revoluzión del 1 de enero de 1959 ze rezumía en una conzigna que era un anhelo colectivo: libertaz con pan, y pan zin terror.”

Ooops, esto apesta. ¿Cómo puede rechazarse “toda tarea desestabilizadora en la que puedan intervenir potencias o gobiernos extranjeros” y la vez afirmarse “vinculado a las corrientes progresistas del mundo”. Si sus continuas apariciones en la Radio y la Televisión Internacional de España guardan relación con sus patrocinadores, está claro que las fuerzas progresistas del mundo a las que este improductivo personaje hace referencias son el Partido Socialista Obrero Español e Izquierda Unida. Esto sin contar a Gadaffi, Arafat, Guzmán, Noriega y otros progresistas más.

Su franca alusión a la política de pies mojados / pies secos es la prueba de que “el chaval” se ha quedado en Cuba previa autorización de Papá-Mono. De lo contrario (les invito a refrescar la memoria con las declaraciones sobre Menoyo realizadas por Fidel Castro y Felipe González en 1986), su deportación debiera ser en base a la política de pies alados y hacia España. Y para relajarnos un poquito, porque la situación es circense (además de intrascendente), ya sabe (Menoyo) que nadie lo va a atacar, so pena de que su amiguito Baltazar Garzón se ocupe del vejete que lo maltrate.

¡Viva la revolución! Debiéramos gritar entonces todos aquellos que la conocemos. De lo contrario, entre tanto terrorista y progresista por ahí charlataneando, nos tomaría el pelo hasta un “psicodemócrata” como Menoyo.


Carlos Wotzkow
Bienne, Agosto 8, 2003

*PCC ¿ Qué significa, Partido Comunista de Cuba, o Partidarios de Cambio Cubano? Da igual.

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