No me lo explico

No puedo explicármelo. Hay muchas cosas que no logro explicarme dentro de escenario político cubano. El Nuevo Herald de Miami llama al español Eloy Gutiérrez Menoyo “dirigente del grupo opositor Cambio Cubano”. ¿No es así como se forjan las leyendas? ¿Puede alguien darme una lista de los miembros de Cambio Cubano en Cuba o en Miami? ¿Al menos cien nombres que justifiquen ante el Departamento del Tesoro el sustento caritativo a su familia? ¿Cómo, que deben seguir en la clandestinidad? ¿También en Miami? Piensen al menos unos instantes en el valor histórico de los libros legendarios del admirador número uno de Castro en el exilio: Norberto Fuentes. Un escritor que todo lo que menciona lo reduce a la mediocridad de su agotada pluma.

Las moderadas medidas impuestas por la actual administración norteamericana no han hecho más que confirmar que los esclavos del régimen tienen una plasticidad increíble y que Castro manipula al exilio a su caprichoso antojo. Mientras algunos se limitaban a justificar su validez, España, que es el mejor aliado que la dictadura de Castro (durante el PP y el PSOE) tiene en Europa, ya se apresta a transferir a Cuba todo el dinero que la comunidad de Miami quiera enviarle a sus “parientes” por la vía de sus solidarias ONG’s. Y todavía los hay por ahí lanzando comunicados emocionales de apoyo a algo que no funciona ya desde el segundo día. ¿No pudieron haber esperado al menos a Diciembre? Cuando menos el juego con la política no hubiera sido tan contraproducente.

Imposible explicarme cómo es que con tantos cubanos inteligentes en España las críticas a la complicidad histórica del PSOE con Castro sólo sea visible en los textos de un reducido grupo de personas. Puedo decir que, junto al profesor Pita Santos, fui pionero en ese menester sin vivir en aquella pocilga. “Cubriendo y Descubriendo” es un libro dedicado completamente a desenmascarar a esos podridos españoles y marca un hito en el señalamiento de la complicidad política de España contra los cubanos. Al menos hoy, las plumas (mucho más autorizadas que la mía) de Orlando Fondevila y Víctor Llano se hacen notar. De lo contrario, ni siquiera nos enteraríamos de que Zapatero no acepta niñas que escapan de Cuba en su territorio antes de haber sido bien formadas como putas en el prostíbulo de Castro.

Encuentro en la Red y el Nuevo Herald hablan más del discurso anti-Miami de Rafael Rojas que de los problemas más acusantes de la Cuba actual. El intelectual cubano-mexicano (y toda su familia), formado ideológicamente bajo el ala de una de las castristas más connotadas de Altahabana (me refiero a la repugnante Carmen Varona) goza en Miami del apoyo solidario de personajes que para serles franco, es mejor ni mencionar. ¿Acaso es explicable que nos dediquemos a combatir al tirano sin siquiera darnos cuenta que el tipo es más inteligente y nos ha desplazado el escenario de la batalla a nuestro propio patio? Rafael Rojas ya da conferencias regulares en Miami ¿No es para sentirse avergonzado con tanta prosa procastrista?

Otro aspecto al cual no logro hallar una explicación convincente es el de la estrategia política del exilio. Por ejemplo: la Ley de Ajuste Cubano da la bienvenida a perseguidos políticos y a agentes de Castro. Es una táctica utilizada hasta la saciedad por el dictador cubano esa de dictar órdenes indirectas al exilio. Si el sátrapa se para en una tribuna y dice que la ley de ajuste es criminal, allá van los tontos útiles en los Estados Unidos a reforzarla. Con esa orden, Castro garantiza la continua entrada de agentes en Miami, así como una nueva ola de contribuyentes a las remesas familiares. ¿No es acaso posible modificar esa ley – visto el número de agentes castristas infiltrados – para que las autoridades la apliquen a quien verdaderamente convenga?

¿Por qué Congresistas como Ileana Ros-Lethinen y Lincoln Díaz Balart deben interceder por los familiares recién llegados de Cuba en una balsa? ¿Es un voto un motivo suficiente para perder el tiempo en semejante menester? ¿Cuántos espías de Castro han logrado la residencia gracias a ellos? ¿No sería mejor exigirles lobby fuerte y decidido ante los granjeros norteamericanos para cambiar a los presos por su maíz transgénico? ¿No salieron libres de Cuba muchos hombres valerosos de la brigada 2506 a cambio de compotas? ¿Por qué convertir a los presos de Castro en palanca propagandística contra el régimen si en realidad todos sabemos que Castro es fácilmente comprable? ¿No roza esto los límites de la perversión política? ¿No podemos concentrarnos en esos presos y demostrar por encima de todo que la libertad ajena es también nuestro objetivo impostergable?

Pies mojados o pies secos. ¡Injusto! No hay lugar a dudas. Pero lo más injusto no es esa discriminación obtusa promovida por Clinton y que se limita al determinismo cuasi darwiniano de la flotabilidad más o menos demostrada de un artefacto antrópico. Lo que no me explico es cómo a esos pies secos y mojados no se les hace un interrogatorio y se les investiga su pasado. ¿Cómo es posible que una comunidad política tan activa como la de Miami no haya logrado exigir muchas más excepciones? Y si se tuvo la excepción con Alcibiades Hidalgo, ¿por qué no con otros menos comprometidos con el tirano? De ahí el mayor de nuestros males. De visita en el Versailles ya pude notar, en los modales de una de sus sirvientas llamada Magdalena, lo que es “El Hombre Nuevo” con poder adquisitivo. ¿Cómo, que yo soy considerado otro Hombre Nuevo por algunos bien educados en EEUU? Quizás, ¡pero no olviden revisar las salpicaduras de sus propios calzoncillos!

Durante años, los contribuyentes en los Estados Unidos han estado alimentando a una horda de oportunistas en Radio y Televisión Martí. Un programa de noticias que no lo sigue ni su director (a juzgar por el poco caso que hace a nuestras críticas). Pero lo que yo no logro explicarme no tiene que ver con esa banda de improductivos que cuestan 25 millones al año, sino con lo felices y contentos que están todos por allá con la “firme decisión de esta administración” de hacer llegar la señal a Cuba. ¿Cómo? ¿Dónde están esos famosos C-130 que no despegan de Virginia? Lo jodido no es el ridículo que hacemos como comunidad manipulable, sino que sólo los periodistas norteamericanos y algunos pocos cubanos se percatan de la tomadura de pelo de la administración actual.

Estas son algunas de las cosas que no logro explicarme, mas hay más,... muchas más.


Carlos Wotzkow
Bienne Julio 4, 2004

Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org