Cuando el rabo es quien menea al perro: de cánidos y otros serviles amigos de Castro: un ejercicio para la memoria

“Martí está sentado en un trono rodeado por esa neblina que cubre los altares. Para los cubanos, Olvidarlo es, pues, una vía de liberación o, por lo menos, un aligeramiento.”

Rafael Rojas

“Papi, papi, el viejo malo se cayó y se hizo daño, ya podemos ir a Cuba a bañarnos en la playa y darle vueltas en la noche a la Ceiba y ver salir de ellas a los Güijes”. Con estas palabras y desbordado el rostro de alegría, me recibieron hace un par de días mis pequeñas hijas Sibylle y Lucille. Acababan de ver en la televisión Suiza una interminable repetición de la caída del dictador cubano acompañada de numerosos comentarios jocosos sobre la solidez del régimen cubano. Para serles sincero, lo que menos me importó en ese momento fue la caída, o la siempre grata muerte de una de sus lugartenientes más odiadas en el mundo académico cubano, Rosa Elena Simeón, sino que ya ni me acordaba de aquellas historias de Güijes que aprendí en las noches de terror que organizaban Magda González y María Luisa Pla en los portales de sus respectivas casas.

Y me puse a pensar sobre mi mala memoria y me dije, coño, casi me olvido de los de Encuentro, que son los mismos del Miami Herald, los de la Fundación Nacional Cubano Americana y tantos otros travestíes políticos al estilo Joe García, los dirigentes de Radio y TV Martí, o sea, los correctos patriotas del “exilio moderado”.

Por ello, permítanme volver un poco sobre lo que escriben esos personajes que dictan la política castrista desde la Revista Encuentro. Una agencia propagandística vapuleada por muchísimos en lo privado (vía e-mails), pero en la cual ellos mismos no paran de publicar. Son la gente que coquetea con la FNCA de Miami (dicen desde La Jiribilla), o los apoyados por la Fundación Ford (soporte económico también de los apacibles palestinos terroristas [mártires para el PSOE] de Gaza) y los que a su vez apoyan (pública o calladamente) a Kerry: candidato presidencial favorito del régimen de Cuba para ocupar la Casa Blanca. En otras palabras, hablo de gente clara, sincera y directa, defensores hasta la desvergüenza de la dictadura de Cuba y de todos sus complices. ¡Hagan ofertas señores, se necesitan fondos!

Olga Connor entrevista a Rafael Rojas a finales del 2003, y ante la pregunta de si quiere ser presidente en Cuba, el ilustre (no sé porque le llamo así, pero ya se ha hecho una costumbre) historiador de la nueva izquierda cubana responde: “No me interesa la política profesional, sólo me interesa la posición crítica del intelectual” (1). Después le repiten la misma pregunta, pero la respuesta es entonces otra: el historiador quiere, si lo dejan (basta ya de sacrificios y riesgos), terminar la obra de la revolución. Mas más tarde, pues a Rafael Rojas hay que desenmascararlo a retazos, poco a poco, de la misma manera que a tomado por tontos a tantos y tantos en el exilio. Después de todo, a él le encanta ser noticia allá en Miami, en Madrid y otros parajes similares.

Pero si todavía alguno cree que el Rojito es fácil de enmarcar, vean esta pieza de su más preciada prosa política. En ella Rojas demuestra lo que es. Sencillamente, Rojas es uno de los mejores representantes de la doble moral fidelista. Un oportunista entrenado y graduado con sobresalientes. Todo un PhD. Dice: “Podría decirse que la intelectualidad del exilio ya no se divide en dialogueros e intransigentes, sino en poscastristas (¿sus iguales?) y anticastristas (¿los demás?). Los primeros serían aquellos que proponen obviar a Castro para propiciar una mejor comunicación con la Isla (¿cómo en Guadalajara?). Los segundos, en cambio, son los que se mantienen en pie de guerra contra el régimen, aunque hoy las armas sólo sean morales (¿Cabrera Infante?). Por generación y sencibilidad a mí me corresponde ser más poscastrista (¿o sea, dialoguero de pasillo como en Guadalajara?) que anticastrista y, de hecho, lo he sido. Sin embargo, últimamente me siento más inclinado hacia la segunda actitud.” ¿Queda claro? ¡Con Juana y con su hermana! (2).

Rafael Rojas es ese que dice que los libros de Guillermo Cabrera Infante no han sido siempre exitosos (3), porque, al parecer, el historiador cubano-mexicano mide el éxito de los libros según el número de copias y lectores que estos tengan en el Comité Central de Cuba. Tal parece que su hermano Fernandito, alto funcionario de la siniestra DGI cubana, es quien le pasa el up-date sobre el ranking. Pero la verdad es que los suyos, ampliamente distribuidos junto a los de Marifeli Pérez-Stable son allí bestsellers. La función de Rafael Rojas al frente de Encuentro es hoy por hoy propagandística, o es que alguien ha olvidado aquél ataque de Michel D. Suárez contra La Nueva Cuba, en el que acusaba a los columnistas de ese periódico independiente de poseer el síndrome del Granma.

En aquel entonces, Michelito, todavía indocumentado, defendía apasionadamente el color ideológico de Zapatero (4) (recuérdese que el PSOE ayuda in–condicionalmente a Encuentro en la Red y permite que $u$ texto$ y empleado$ ilegale$ $obrevivan en el duro exilio madrileño). Entonces decía: “el partidismo es lo peor que puede sucederle a la prensa seria.” Era Michelito, el empleado de Rojas, es decir, el empleado ilegal de Zapatero, el que por entonces catalogaba al PP de “semi-autoritario”. Era el rojo Miche el que hacía sindicalismo para comisiones obreras desde Encuentro, el que recalcaba el rechazo del vulgo español a la guerra de Irak, y nos pedía preocupado no “demonizar a los socialistas”. “Zapatero merece el beneficio de la duda” y para defenderlo en el ámbito político añadía “no comulga con los regímenes totalitarios del mundo”.

Y como si fuera poco, lanzaba su grito de protesta: “basta ya de relacionar al socialismo europeo con las versiones cubana, china, vietnamita o norcoreana. A Zapatero hay que darle su tiempo. No creo, que el PSOE sea un partido de izquierda, sino a lo sumo, de centro-izquierda.” Y sigo citando, “De hecho, (el PSOE) lleva un programa económico criticado por los comunistas españoles” a Dios gracias - nos dejaba saber, - legalizados por el mismísimo Rey, su nuevo monarca. Pero Suárez, que de política española ha demostrado no saber un bledo, nos anunciaba, sabio él (ya saben, empleado de Majá, pintico), que “el virtual ministro de Asuntos Exteriores socialista, Miguel Ángel Moratinos, ya ha adelantado que España mantendrá la posición común de la UE”. Sobran los comentarios.

Michel Suárez ha tenido hasta la entrañable posibilidad de entrevistar al diputado socialista Miguel Angel Martínez y no sólo le ha entrevistado, también se ha atrevido a contradecirle gracias a la información que él obtiene de sus “fuentes solventes” (no es broma, así está escrito, aunque el único con deudas sea el propio Michel Suárez). He aquí algunas de las palabras del ilustrísimo analista político de la Revista Encuentro. “Hoy, casi dos años después de aquella entrevista, Zapatero es el presidente del gobierno español. Sin embargo, y para suerte del pueblo cubano – aunque a Martínez le duela – el jefe del ejecutivo, su propio jefe, ha dicho que está dispuesto a mantener la presión sobre el régimen de Castro e interceder por la libertad de Raúl Rivero” (5). Pobre muerto de hambre, tan jilipollas como imbécil, debe ser verdaderamente horrible que a uno lo identifiquen de igual forma en ambas orillas del océano.

Ah, el Michel Suárez anti-Bush, opuesto a las medidas que restringían los viajes para pasar el mensaje subliminal de que la falta de libertades de movimiento se debían al presidente Bush y no a Castro (6). Texto a imitación de los de su patrón Rafael Rojas, Armando Armengol y demás “periodistas” de Encuentro y el Miami Herald (primer periódico socialista de Miami que de la noche a la mañana suprimió las críticas que tenían on line contra Radio y TV Martí). ¿Quién ha olvidado, por ejemplo, ese artículo de Michel Suárez en el que para intentar defender, o al menos atenuar el descrédito del gobierno del PSOE, la emprende contra el diputado Jorge Moragas recordándonos su “desconocimiento” sobre la situación de desamparo de los cubanos en España (7). Interesante.

Carlos Alberto Montaner, quien hace apenas un año era una referencia política a tener en cuenta respecto a Cuba, está hoy en una cuerda floja volitiva. Respetuoso como siempre, Montaner ha optado por defender al director ideológico de Encuentro, porque, “no ataca ni denigra a las personas: sólo rebate sus falacias o sus débiles argumentos” (8). No sé ni me interesa lo que digan ñangaras como René Vázquez Díaz (9) descalificados por Rojas, pero lo que si sé es lo que dicen mis amigos de ese trasnochado del DF y está en franco desacuerdo con los gentiles atributos publicados por la ULC y Firma Press. Y como elogio se paga con elogio, ahí está Michel Suárez (enemigo de Moragas y el PP), servil como siempre, dispuesto a resaltar la labor de Montaner en el exilio a pesar de, justamente, Moragas y el PP (10). No sé, pero no creo que el agasajado lo necesitara.

Si alguien se entera de que en Encuentro se están firmando artículos en contra de la política del PSOE respecto a Cuba, les ruego me lo hagan saber. Dudo que los periodistas cubanos que allí cumplen órdenes antepongan la dignidad al empleo. Yo, lo reconozco, tengo muy mala memoria, pero al menos sé leer, soy libre, y digo y escribo lo que me da la gana. ¡Qué providencia!


Carlos Wotzkow
Bienne, Octubre 24, 2004

1.- Connor, Olga. Rafael Rojas: „Intelectual Público“. El Nuevo Herald. Diciembre 14, 2003.

2.- Rojas, Rafael. La filosofía del „como sí“. Encuentro en la Red Abril 13, 2001, y La Jiribilla (su órgano rector) 2001.

3. Rojas, Rafael. Una familia y una nación en el tiempo. Encuentro en la Red. Agosto 20, 2004.

4.- Suárez, Michel. El Sindrome de Granma cabalga sobre la prensa del Exilio. La Nueva Cuba. Marzo 22, 2004.

5.- Suárez, Michel. El relanzamiento. Internacional. Encuentro en la Red. Septiembre 11, 2004.

6.- Suárez, Michel. La prostitución del concepto de exilio. Encuentro en la Red. Opinión. Julio 8, 2004.

7.- Suárez, Michel. El papel de los cubanos. Encuentro en la red. Opinión. Julio 23, 2004.

8.- Rojas, Rafael. Cultura y Poder en Cuba. Introducción de Carlos Alberto Montaner. Unión Liberal Cubana y Firma Press. Junio 8, 2004.

9.- Rojas, Rafael. Todos los actores del cambio. Encuentro en la Red. Opinión. Junio 17, 2003.

10.- Suárez, Michel. La República, según Montaner. Encuentro en la Red. Cultura/El Criticón. Agosto 20, 2004.


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