¿Cómo acabar con Castro?

por Carlos Wotzkow

Muy fácil, siga al pie de letra este manual y los resultados se harán notar en pocas semanas.

Manual para un cubano clandestino y exitoso. 10 puntos para empezar. Bienvenida toda iniciativa que no sea pacifista.

1.- No confíe en ningún líder de la disidencia interna. Menos que menos, en alguno de los famosos del exilio. Todos buscan popularidad y hacen carrera para ocupar cargos en la desgraciada república que se avecina tras la muerte de Castro. A ninguno le importa tu situación personal y muchos viven de las desgracias que padeces en Cuba.

2.- No confíes en nadie para hacer algo contra el régimen. Ni siquiera en sus familiares (a los que podrías además poner en peligro), ni en el amigo con el cual creciste desde la infancia. Los tragos y la frustración, cuando no la indiscreción y el miedo, podrían convertirles en tu delator. El mejor equipo anti-Castro lo formas tu SOLO.

3.- Destruye, o inutiliza todo lo que puedas y que pertenezca al estado, o a los inversionistas extranjeros que comercian actualmente con el tirano. No atentes contra la propiedad privada del cubano de a pie. Todo objetivo es válido*, desde el transporte a los servicios básicos. Si el daño no afecta directamente a las fuerzas represivas, afectará aún más a la población y aumentará su descontento.

4.- No ataques jamás la integridad física de nadie. Ni la de un policía, ni la de un empresario. Respeta la vida ajena. Cada uno de ellos se busca la vida como puede. Eso sí, destruye todo lo que les permita sentirse seguros y/o cómodos en su actividad. No hay nada más fácil que inutilizar un automóvil y hacerlo repetidamente desespera.

5.- No divulgues tus hazañas, ni acuses internacionalmente a Castro de nada. Eso sí, anota los nombres y apellidos de todos los esbirros (por chiquitos que te parezcan) y procura que alguien (nunca tu) pase anónimamente sus datos al exilio. Ellos son los que hacen el trabajo sucio para Castro. Poner sus barbas en remojo hará arder en breve las del tirano.

6.- Si trabajas en un puesto de importancia o estratégico, no robes datos. No arriesgues tu libertad a cambio de secretos militares. Al final todo se sabrá. En cambio, tergiversa todo cuanto puedas, juega con la informática y verás como con una simple acción de dedos y teclas comenzarás a quebrar el sistema de la inteligencia del sátrapa.

7.- No maltrates a los turistas físicamente, pero déjales saber que en Cuba, y dado el esclavismo extraterritorial que han implantado algunos países, no habrá plato de comida o trago que se lleven a la boca que no haya sido previamente escupido. Esfuérzate en contra de los turistas españoles. Ellos son los que más ayudan al tirano hoy día.

8.- Imita la caligrafía del presidente del CDR en las consignas antigubernamentales. No alertes de que existen. Los chivatos del tirano las detectarán y el exilio se encargará de divulgarlas. Escribir “Abajo Fidel” será más que suficiente para que nadie se equivoque de tus motivaciones. No uses pseudónimo. No compites por poner más carteles que nadie, sino en hacerlo con total seguridad.

9.- Evita que tu nombre o tus acciones salgan publicadas por Radio, o TV Martí. Esa es una agencia que trabaja indirectamente al servicio de Castro. Si así fuera, ya sabes que tu trabajo no ha sido lo suficientemente clandestino. Aprovecha la oscuridad de la noche y los apagones y no te conviertas en otro “aclamado disidente” que sólo quieren salir de Cuba para recibir premios inmerecidos.

10.- No acudas jamás a ninguna manifestación contra el tirano si esta ha sido convocada por alguna de las mal llamadas organizaciones de la disidencia interna. Igualmente, desoye todas las convocatorias a la rebelión civil que te hagan llegar por la radio del exilio. Manifiéstate sólo donde se forme el tumulto espontáneo, o donde nadie esperaba tu presencia.


Carlos Wotzkow
Bienne, Noviembre 5, 2005

* El autor no indica métodos u objetivos porque sabe que el cubano tiene la inventiva suficiente para agenciarse una buena seguridad. No hay elemento más devastador que la randomización de cada iniciativa. El hombre hace milenios descubrió el fuego y hace muchos más hace uso de las piedras. ¡Ah, qué magníficos proyectiles! ¿Has notado la atención que prestan los países civilizados a las guerras de pedradas? Pues bien, tu puedes convertir a Cuba en un nuevo Medio Oriente del Caribe.

Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

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