Les habla Mefistófeles

por Carlos Wotzkow


“We are drowning in information, while starving for wisdom”

Edward O. Wilson


Apoyemos a “nuestros” congresistas republicanos. Nada de votar en contra. Toda una suerte de manifiestos en contra de una simple opinión. Bravo, admiro los niveles celestiales de nepotismo si me demuestran que en los negocios actúan de la misma forma. Una de las razones por la cual yo admiro a los judíos es que hacen política de la misma manera que atienden los negocios: sin amigos. Mira Olmert, si no fuiste capaz de destruir a Hellzbolah, ni de traer de regreso a los tres soldados secuestrados, ni preparar correctamente a tu ejército en momentos en que la propia existencia del país hebreo está en peligro, ni siquiera lo sentimos, exigimos tu dimisión inmediata.

Yo soy agnóstico, pero respeto a mis amigos creyentes. Las religiones se basan en sólidos pilares éticos que justifican sus códigos morales ¿Por qué entonces nos dejamos arrastrar por las emociones? Si racionalizáramos un poco más, no seríamos ciertamente más inteligentes, pero al menos lo pareceríamos. Ahora resulta que hay que votar a favor de los republicanos porque algunos demócratas han puesto el caso de Posada Carriles en el Congreso. ¡Faltaba más! Ese es precisamente el análisis opuesto al que yo he querido hacerles notar en mis dos últimos artículos. Esa es la razón por la cual, sino quieren poner el voto en contra por escrúpulos, al menos una abstención bastaría para dar una lección.

Los demócratas quieren descuartizar a Posada Carriles porque esos libero-marxistas son capaces de venderle su alma a Mefistófeles. Pero además, porque para cumplir su agenda llevan movilizándose en contra de este cubano casi 2 años. Han logrado manifestaciones a favor de la deportación de Posada allá en El Paso. Siguen al pie de la letra las órdenes que les dictan desde La Habana. Manipulan las leyes de los EEUU a su antojo y violan el derecho constitucional de su país para servir a un estado que patrocina el terrorismo. Abogan por no ventilar los pormenores del caso en sus cadenas de televisión (la CNN está muda) porque saben que sólo es posible violar la ley sin muchos aspavientos.

Pero todo esto ocurre con una administración republicana al mando. Los republicanos en la Casa Blanca ya quemaron sus naves. Les importa un tarro el terrorismo. Les importa un comino el voto cubano en las próximas elecciones. Duermen confiados de que en la Florida se votará por ellos pase lo que pase. Una gran mayoría de los norteamericanos inscritos al partido republicano ignoran las sensibilidades de la gran península. Ni siquiera “nuestros” congresistas se han preocupado por tener influencia en los medios de comunicación locales. El Miami Herald envenena a todos sin antídotos. En otras palabras: llevan 8 años de vacaciones, y viven relajados y sonrientes por la ridícula facilidad con la cual obtienen “nuestro” voto.

¿Quién ganara las próximas elecciones? ¿Qué importancia tiene? Ni demócratas ni republicanos tendrán ninguna influencia en la forma en que los EEUU decidan finalmente burlarse de todos nosotros. Entonces digo ¡bravo por los demócratas!, pues nos están indicando cómo se debe militar. Nancy Pelosi no se cansa en imitar a las cotorras: “estamos presionando al presidente para lograr lo que nos han pedido los votantes”. La agresividad política de los demócratas es equiparable a la lección que le dieron sus partidarios hace dos mandatos. Dicho de otra manera, se olvidaron de hacer la tarea y la democracia bien utilizada le pasó la cuenta. ¿Por qué no se les puede tirar de las orejas a los republicanos?

¿Tengo que ponerles aquí todas las traiciones, los negocios, los colaboracionismos de la administración Bush con el dictador Castro? ¿No les resulta suficiente con Radio Martí, o son masoquistas por aclamación? Jamás en la historia del exilio había yo presenciado un negocio tan sucio como ese la de la OTC. ¡Con altos responsables convictos de corrupción ya en prisión! Y para colmo, por ahí van los contribuyentes (“nuestros” solidarios contribuyentes), contentos a decir no más con la estafa de un avión que debía transmitir 4 horas por semana y no despega por culpa del lastre político con que ha sido contratado. Decía un suspicaz analista que lo habían cargado de plomo, mas yo creo que nos lo han arrendado sin motores.

Pero volvamos al detalle del anticastrista exonerado. Resulta que el compatriota Luís Posada Carriles está libre (de momento, pues no soy de los que cante victoria tan fácilmente) porque una sola persona, una profesional, ha hecho correctamente su trabajo. No es un indulto de Bush, ni mucho menos un logro de “nuestros” congresistas republicanos. Posada Carriles está libre gracias a que la justicia norteamericana funciona, a veces. ¿Por cuánto tiempo? Yo quisiera que esa libertad fuera definitiva, pero al paso que van los abúlicos republicanos comienzo a preocuparme. Durante doscientos años el voto condicionado ha sido la leche materna para lograr una democracia saludable.

Para eso es importante entonces contar con una democracia robusta, con dientes bien calcificados. Ya sé que, tirando de sus orejas, les resulto un vampiro en plena sacristía, pero actúen con astucia política y verán como en la próxima administración republicana (allá dentro de 8 años) “nuestros” congresistas favoritos cumplen un puñado más de tonterías prometidas. Unan todas las infamias padecidas para el momento acertado y actúen inteligentemente. La democracia se desperdicia cuando se vota con el corazón. Acaben con las vacas sagradas: que nadie se sienta intocable. Hagan uso de las herramientas de la democracia, o muy pronto escucharán la verdadera voz de Mefistófeles. Sí, allí mismo, en los Estados Unidos de América


Carlos Wotzkow Bienne, Mayo 11, 2007 PD. La victoria de Sarko en Francia no es más que un ajuste de cuentas del pueblo a los sindicatos y al partido socialista por las 35 horas (bajos salarios), las huelgas hasta por el color del papel sanitario, y la arabización del país. Por suerte allí no estaban “nuestros” congresistas republicanos, de lo contrario la Sego hubiera ganado.

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