¿SON DE CONFIAR LA "DISIDENCIA" EN CUBA ESCLAVA Y LOS " CIPAYOS" EN EL EXILIO?

por el Dr. Eladio José Armesto

-- Antecedentes históricos sirven para esclarecer el severo daño que inflije la falsa oposición a la lucha contra la tiranía...

La Comisión Extraordinaria para la Supresión de la Contra-Revolución y el Sabotaje, la infame "Cheka" soviética, fue uno de los más brutales aparatos represivos de la Historia. Este tenebroso organismo fue fundado en 1917 por el marxista de origen polaco Felix E. Dzerzhinsky, uno de los más despreciables colaboradores del sanguinario tirano Vladimir Lenin.

Aplicando el axioma leninista de "organicemos a nuestra oposición antes de que ella se organice", Dzerzhinsky impulsó la creación de dirigentes y grupos de falsa oposición con el fin de detectar y agrupar a los enemigos internos de la revolución bolchevique y secretamente controlar sus actividades. Los integrantes de grupos "opositores" creados por los comunistas eran atraídos a ellos por creerlos cauces de oposición verdadera a la tiranía. Sin embargo, éstos servían sólo para frustrar las legítimas aspiraciones de libertad y justicia social de sus incautos miembros, muchos de los cuales eran luego arrestados o asesinados sin jamás percatarse de la trampa en que habían caído.

Sabotear la verdadera lucha anticomunista

Este estratagema ha rendido copiosos frutos desde 1917. El departamento de Asuntos Extranjeros de la Cheka inflitraba agentes entrenados para desacreditar movimientos contrarrevolucionarios y eliminar físicamente a sus líderes más efectivos. Al mismo tiempo, dirigentes y grupos de falsa oposición se encargaban de desinformar, desviar y sabotear la verdadera lucha anticomunista.

Hoy, este siniestro trabajo es realizado por el Ministerio del Interior y el G-2 de Castro. Desde hace años éstos aparatos de la tiranía trabajan a travéz de dirigentes y grupos de falsa oposición para neutralizar a los patriotas cubanos dentro y fuera de la Isla Esclava. Muchas veces los comunistas hacen este trabajo con el consentimiento pleno de los servicios de inteligencia del gobierno norteamericano, que espía y tiene infiltradas a practicamete todas las organizaciones anticomunistas del Exilio con el fin de impedir cualquier acción o medida que, a su juicio, no se ajuste a los intereses u objetivos de Estados Unidos. Desde hace años, Estados Unidos emplea lo denominados "cipayos" para socavar la lucha anticomunista del Exilio. Conscientes o no, a sueldo o no, los cipayos hacen para Estados Unidos el mismo trabajo que los "disidentes" hacen para Castro.

Un hábil estratagema marxista

Al desaparecer la Unión Soviética, con el apoyo de esta falsa oposición, gran parte de la nomenclatura marxista sigue en el poder confundiendo y dividiendo al pueblo ruso, y obstaculizando el proceso democrático. Muchos de los que se encuentran hoy en posiciones claves fueron "disidentes" de diversos matices durante el régimen soviético. Hasta en la iglesia Ortodoxa rusa existen comunistas infiltrados que se hacen pasar por sacerdotes o prelados.

¿Debe el Exilio cubano estar alerto contra el hábil estratagema marxista de crear e impulsar dirigentes y grupos de falsa oposición, dentro y fuera de Cuba, para secretamente socavar la auténtica lucha contrarrevolucionaria? La Historia y la prudencia aconsejan que sí. Es evidente que la disidencia en Cuba Esclava, incluso miembros de la jerarquía católica como el cardenal Jaime Ortega Alamino, y los cipayos del Exilio, concientes o no, desarrollan un papel de falsa oposición.

No propone eliminar el cáncer, sino sustituirlo

Después de tantos crímenes cometidos por los comunistas contra nuestro pueblo y la humanidad, ¿debemos olvidar la maldad y el cinicismo con que éstos siempre se han carácterizados? ¿Qué hubiera pasado si en los años cincuenta los cubanos hubiéramos analizado las credenciales e ideas de quienes se presentaban como redentores de la nación cubana? Quizá no hubieramos sufrido el derramamiento de tanta sangre, la pérdida innecesaria de tantas vidas y el exilio forzado de tantos millones de cubanos.

Hoy, mientras algunos convidan a restarle importancia a los antecedentes y proyectos de ciertos "disidentes" por eso de que la prioridad es derrocar a Castro, muchos cubanos se preguntan "y después que saquemos a Castro, ¿qué?" Estos cubanos desean cerciorarse de no ser usados para cambiar el régimen imperante por otro igual o peor. ¿No fue esto lo que nos sucedió en 1959 cuando cambiamos al régimen de Batista por el de Castro?

Debemos preguntarnos: ¿Es tal dirigente o grupo un oponente real al régimen marxista y, por lo tanto, impugna la legitimidad de éste o es un oponente falso que supuestamente "disiente" del régimen en cuánto a métodos, tácticas o proceder, pero no en cuanto a doctrina, ideas y premisas básicas? El que sólo está en "desacuerdo" con la forma en que actúan los que están en control; el que critica ciertos aspectos del régimen, pero jamás impugna su legitimidad política, su autoridad legal y, en un final, su derecho a existir, es parte de la falsa oposición que debemos rechazar. Estos individuos o grupos no se oponen a la revolución, sino a los que actualmente la encabezan; no buscan eliminar el cáncer, sino sustituirlo por otro.

No debemos hacer el papel de "tonto útil"

El propio disidente preso Vladimiro Roca, presidente del Partido Socialdemócrata e hijo del fundador del Partido Comunista en Cuba, ha dicho: "...no pretendo un desafío a las autoridades ni buscar un enfrentamiento, pues mi posición sigue siendo la reconciliación, tolerancia, perdón, reunificación de todos los cubanos y no-violencia". Esta declaración de Roca, desde una cárcel castrista en Ariza, Cienfuegos, debe preocuparnos, pues no concuerda con las de tantos combatientes por la libertad que sin más armas que el honor y la verdad, pero llenos de amor a la Patria, se enfrentan al tirano.

Abundan en la disidencia defensores del comunismo "purgados" por el Partido. Entre los que salen y regresan a la Isla Esclava, después de viajar el mundo entero, está Elizardo Sánchez. Según él, "buscamos un escenario de transición en el cual el actual gobierno y su máximo lider, el comandante Fidel Castro, jueguen un papel relevante encabezando el proceso de cambios". Piense. ¿Puede el cáncer que nos está matando jugar un "papel relevante" en nuestra curación? ¿Pueden los destructores de hoy ser los constructores del mañana?

Dado que en la "disidencia" se observan las más descaradas simpatías hacia el marxismo y la risible defensa de los imaginarios "logros" de la revolución, el pueblo cubano tiene razones poderosas para sospechar de ella, cuando no para rechazarla enteramente. Debemos evitar caer en esta trampa del enemigo. No debemos hacer el papel de "tonto útil".

Actuemos con circumspección y prudencia

Seamos realista. ¿Es posible liberar del comunismo a Cuba y luego reconstruirla con los mismos sujetos que nos lo impusieron? ¿Con sujetos que profesan los mismos principios filosóficos, políticos, económicos y sociales que destruyeron a Cuba y a tantas otras naciones?

¿Debemos, en Cuba o en el Exilio, dejarnos ser confundidos, manipulados o neutralizados por una falsa oposición, ya sea del campo disidente o del cipayo? Sólo guiandonos por auténticos principios y valores cristianos, y actuando con gran circumspección y prudencia podremos navegar sin percance por aguas tan bravas y peligrosas como en las que nos toca navegar.


FIN


El Dr. Eladio José Armesto es editor del periódico El Nuevo PATRIA, tesorero del Colegio Nacional de Periodistas de la República de Cuba en el Exilio y presidente de la Asociación de Editores Cubano-Americanos. Su email es Patrianews@aol.com

Eladio José Armesto
Editor
El Nuevo PATRIA
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