EL PLACER DE MATAR

By Esteban Casañas Lostal.


“La vida no vale nada” dice la letra de una vieja canción de Pablo Milanés, no tiene valor vista a través de su prisma particular. La vida vale mucho para el que la ama, para el hombre totalmente libre la vida es un regalo del que no quisiera desprenderse nunca, para los enamorados no tiene límites y el tiempo siempre se les escapa de las manos, para ellos la vida es solo besos. Para el campesino que cultiva con amor su tierra y ve crecer el fruto de su trabajo la vida tiene importante significado porque él ayuda a la vida. Para aquellos que han sido testigos de los nefastos resultados que se producen en una guerra, saben mejor que nadie cuanto cuesta la vida. Para los enfermos y viejos en fases terminales, la vida tiene importancia hasta el último suspiro del que se atan. Cómo no tendrá valor la vida para los jóvenes que recién comienzan a disfrutarla, para los niños que tienen su primera experiencia al ir a la escuela, para los graduados después de tantos años de estudio, para las madres después de un parto. La vida vale mucho.

Ese valor es demostrado por infinidad de ejemplos, como los escuchados en mensajes dejados por seres a los que un día se las cegaron sin razón. Será muy difícil olvidar este 11 de Septiembre, será imposible borrar de nuestras mentes tantas vidas truncadas por bestias para los que la vida no tenía ninguno de esos significados, para los que en realidad ni la vida de ellos valía un centavo y su destino fue el de matar por el placer de hacerlo.

Un amigo se acercó a mi puesto de trabajo y me dijo, << Los gemelos ya no existen>>, solo eso para dejarme totalmente petrificado, no sé cuanto horror sentí y deseaba que las horas volaran para regresar a la casa. Por mi mente pasaron muchos recuerdos gratos y terribles, mi primera visita a esos colosos y orgullo de los norteamericanos. En la primera oportunidad fui llevado por un marielito que me la mostraba como si fuera suyo. Recuerdo los efectos sufridos en los oídos por los cambios tan bruscos de presión en el ascenso, una vez arriba y aunque el día estaba nublado, el paisaje maravilloso al alcance del visitante donde la vista entre nubes y brumas lograba llegar al mar mi amigo de toda la vida. Los edificios aledaños parecían simples casitas, la estatua de la libertad era una pequeña muñequita y a nuestros pies autos que se movían como hormiguitas interrumpidas por inoportunas nubes pasajeras. Yo había recorrido muchas ciudades importantes en el mundo y ninguna me había impresionado tanto como New York, simplemente me sentí un guajiro.

En la segunda oportunidad fui acompañado de mi esposa e hija, ese día estaba despejado y pudimos salir a la azotea, tenemos fotos que hoy guardaremos con una mezcla de dolor y rabia para mostrarla a nuestros nietos, con dolor por lo sucedido y con rabia por ver hasta donde puede llegar la maldad y odio en el ser humano aunque mas bien pudiéramos hablar de bestias.

Ver aquellas imágenes por televisión me dieron la impresión de estar ante uno de esos films de ficción a los que estamos acostumbrados, debió haberle sucedido a todos los que amen la vida. Terribles fueron las imágenes transmitidas de las celebraciones realizadas por el pueblo palestino, creo sin temor a equivocarme que esas vistas nunca podrán ser olvidadas por el pueblo norteamericano y por todo el que se considere ser humano. Hasta dónde llegará la degeneración del hombre en esta tierra nadie lo sabe, es muy penoso ver a mujeres y niños disfrutando de un derramamiento de sangre de gente inocente, pero, ¿qué le podemos pedir a seres cuyas vidas han estado adornadas por la muerte?, ¿qué le pediremos a niños cuyos juguetes han sido fusiles o bombas para matar tal vez a otros niños como ellos?, ¿qué le pediremos a mentes infantiles que tal vez dentro de unos años se conviertan en hombres bombas para volar restaurantes o autobuses? Para ellos también la vida vale muy poco o nada, de lo que estoy convencido es que nadie los olvidará tengan o no sus razones para estar contentos.

No se hicieron esperar las condolencias inauditas, ¿cómo obligarnos a creer en las sinceridades de ellas, cuando llegan de los padres del terrorismo? Solo inocentes pueden dar crédito a tanta hipocresía, es que el dolor de los norteamericanos sirve también para hacer política, cualquier dolor sirve para ello pero éste es sumamente importante. ¿No será terrorismo dominar por medio del terror, infundir el terror?, ¿No será terrorismo el que ejercen los Estados o es solamente el realizado por organizaciones clandestinas?, ¿No será terrorismo hundir embarcaciones indefensas?, ¿No es terrorismo derribar aeronaves civiles y desarmadas como le sucedió al avión coreano sobre la URRS y a las avionetas de Hermanos al Rescate o el mismo avión de Cubana en Barbados?, ¿No es terrorismo invitar a conflictos regionales para dar origen a una guerra como sucedió con los sandinistas?, ¿No es terrorismo volar un autobús cargado de inocentes?, ¿Poner un coche bomba en lugares públicos causando la muerte de decenas de civiles?, ¿Cómo entonces condolernos del dolor ajeno, después de haber contribuido a la fábrica enorme de la muerte en la que han convertido a la tierra por ideologías falsas y falsos credos?

Estados Unidos, siempre los Estados Unidos, odiado, atacado, difamado, envidiado, pero irónicamente la meta de muchos de los que lo atacan sin misericordia. Tierra engrandecida por dar abrigo a millones de inmigrantes en busca de mejor vida, de libertad, del american way of life si queremos, pero tierra al fin y al cabo donde han ido a parar muchos a los que luego no les ha faltado el pan negado en sus tierras. Estados Unidos ha recibido una muy dolorosa lección, algo ha fallado, deben haber sido sus servicios de inteligencia, su afán en el dominio del espacio para su defensa, su lugar indiscutible como potencia económica y militar debió haberlo cegado hasta olvidar que vivimos en la tierra y aquí no vivimos extraterrestres. Algo grave pasó que ha puesto en dudas la seguridad de millones de personas, si hoy ese crimen ha sumado solamente unos miles de seres humanos, pudiéramos pensar que ocurriría si los objetivos no fueran aquellos que representan el símbolo de ese enorme poderío, y en su lugar se eligieran instalaciones nucleares, las lamentaciones, pánico y caos que provocarían pusieran en dudas su calidad de potencia.

Siempre Estados Unidos, digamos que nunca ha sido un ángel y que se le acusa con razón por todas las incursiones realizadas a través de la historia, pero nunca se han preguntado o pensado que detrás de cada participación estadounidense ha existido una contrapartida. Desde Viet Nam hasta nuestros días la política norteamericana ha experimentado cambios positivos, aquella posición arrogante de esos años dio paso a una participación diplomática más aceptable, aunque no se puede negar el uso de la fuerza en casos como los de Irak, Granada, Panamá, Haití y Yugoslavia entre otros. Razones por las que ha sido atacado constantemente como el “Gendarme de la tierra” sin nadie solicitarlo. Pero caben muchas preguntas y considerando a la tierra como el hogar de todos, donde existe una organización de Naciones Unidas inoperante, que solo sirve para reunir a cientos de papagayos para gastar el dinero de los contribuyentes del mundo, ¿es necesaria la presencia o no de ese gendarme para mantener el orden?, gendarmería que realiza sin gasto de los contribuyentes del mundo. Considero que si es necesaria porque a pesar de encontrarnos en pleno siglo XXI, el hombre demuestra ser cada día más salvaje. Muchas protestas se elevaron en contra de los Estados Unidos por aquellos llamados defensores de los ‘intereses de los pueblos”, por los mismos que han alimentado a todos esos bárbaros asesinos que necesitan ofrecerle a sus dioses la sangre de seres inocentes. Era necesario para complacerlos a todos ellos que Milosevick continuara su matanza étnica, Hussein se quedara con Arabia Saudita, los cubanos terminaran de construirle el aeropuerto con fines militares a los rusos en Granada, Noriega siguiera gobernando Panamá vinculado a los carteles de Colombia y que en Haití todos los negros se mataran, todo ello solo para complacer a aquellos que viven envenenados de sentimientos antinorteamericanos y no se casan de culpar al imperio de los problemas domésticos de cada país.

¿Quiénes serían los mejores gendarmes de la tierra?, ¿sería un senil Castro que no ha resuelto los problemas de su país a la que ha estado preparando durante cuarenta y dos años para la guerra, sin garantizarle la leche a sus niños?, ¿sería un decrépito Arafat al que se le han dado mil y una oportunidades de establecer la paz y de la que los propios EU ha sido su arquitecto y mediador?, ¿sería acaso Hussein?, ¿El Kahadafi?, ¿Los etíopes que piden a diario ayuda para sus habitantes moribundos de inanición y se dan el lujo de gastar un millón diario en una guerra con sus vecinos eritreos?, ¿serán entonces los coreanos que muriéndose de hambre exportan armas químicas y bacteriológicas?, ¿será la India donde millones de seres pasan hambre y poseen la bomba atómica?, ¿prefieren mejor a Paquistán?, sencillamente y para complacerlos a todos, puede ser cualquiera de los Presidentes de este continente que elevados a ese puesto por el voto popular, su principal tarea es la de robar el máximo posible a sus pueblos para después culpar a los EU. Señores, prefiero una y mil veces que sean entonces los americanos.

Los Estados Unidos deben sacar conclusiones a esta tragedia vivida el 11 de Septiembre, yo creo que la primera sería revisar su política migratoria. Llevando el caso a un plano muy personal, ni a mí ni a nadie se le ocurriría albergar en su casa a una persona que luego me causará problemas o provocará una guerra, sencillamente lo mandaría rápidamente al carajo. Los estados Unidos es el hogar de los estadounidenses y de aquellos que adoptaron esa tierra y ella los adoptó, de aquellos que diariamente trabajan para llevarla adelante y con su sudor la engrandecen, ¿cómo se explica darle abrigo a una persona que aparentemente llegue desesperada y desde su propio suelo sea atacada? Yo no soy Presidente pero si lo fuera expulsaría no solo a aquel que lo haga de hechos, lo haría también con aquel que lo haga de palabra y con ello no limitaría las libertades de nadie, solo la garantizaría, ¿qué hacen compartiendo el mismo techo de los americanos e hijos adoptivos, aquellos que sienten odio y desprecio por esa tierra y su bandera?

Yo no soy nadie, no pretendo vivir en EU, no le debo nada a los EU y puedo entrar libremente a ese país sin necesidad de visa, soy solamente un ser humano con una “Patria” adoptiva de la que me siento muy orgulloso, si como ciudadano de este hermoso país llamado Canadá pudiera darle un mensaje al Presidente de los Estados Unidos le diría; << Actúe señor Presidente, hágalo sin dejarse llevar por la ira y el odio, no se deje dominar por las pasiones para que luego esas acciones se conviertan en desprecio para su pueblo, hágalo y trate de llegar hasta las madrigueras de esas bestias sin que sufran inocentes, actúe por el bien de su país y el de la humanidad para acabar con aquellos que sienten placer con la muerte, cuando lo haga trate de que su acto se consume hasta las últimas consecuencias, porque la rabia se elimina solo cuando se mata al perro que la trasmite, hágalo Presidente porque hay quienes no entienden del toque de saxofones. ¡Viva los estados Unidos de América! ¡Dios bendiga a los estados Unidos de América! Me uno al dolor de su pueblo.


FIN


Esteban Casañas Lostal

Montreal..Canadá
2001-09-15


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