"CASTRO, EL CHULO EPISTOLARIO"

Por Esteban Casañas

¡Y ya saben! A amarrarse los pantalones, que ya amenazó con escribir la tercera epístola. Ahora le ha dado por eso, ya verán como sus taruguitos se hacen eco de las santas escrituras de este diablo. ¡Gracias a Dios por mandarnos un agua tan oportuna! Debieron haber comentado miles de cubanos, y no lo desearían para que se aliviara la sequía que padece el país. Escaparon de esa tortura que, significa estar parado en una plaza bajo un sol y clima asfixiante para oír lo mismo de siempre. Bueno, en este caso condimentada por los ataques a la personalidad del presidente Bush. No es nada nuevo, ya han pasado por esos delirantes ataques varios gobernantes, Aznar y Fox han sido los últimos de ellos que asistieron a su paredón verbal.

¿Celebrar qué el 26 de Julio? ¿El ataque a un cuartel donde él no disparó un solo tiro? No olvidemos que su auto se extravió esa noche, mientras sus compañeros de armas derramaban la sangre para expulsar a un dictador y regalarnos a un tirano. ¿Pudiera hablar de éxitos? ¿Pudiera con orgullo mostrar a un país en mejor estado que cuando lo recibió? Lo dudo, pero todos sus portavoces se empeñan en obligarnos en ser ciegos. La “revolución” hace mucho tiempo que fracasó, la presencia en el poder no es símbolo de triunfo allí, donde la miseria se ha llevado a todos los estratos de la sociedad. La destrucción experimentada en nuestra isla, es invisible a los ojos de aquellos que se empeñan en exportar esa desgracia. Porque señores, no hay un solo ejemplo de triunfos y prosperidad por donde ha pasado la ingerencia o influencia cubana.

Castro tuvo que dedicar la mayor parte de su discurso en ataques personales contra el presidente de los EU, no es nada nuevo, pero refleja el bajo nivel al que ha sido llevada la diplomacia en la isla desde su llegada al poder. Diplomacia de solares y golpes bajos que se llevan a cabo casi siempre en períodos electorales, siempre hay ingenuos que caen en sus redes, de eso no cabe la menor duda.

Miente al decir que la prostitución fue eliminada desde los mismos inicios de su malograda revolución. Castro arremetió contra las prostitutas de la misma manera que, los chinos la emprendieron contra los gorriones en plena revolución cultural. Aquellos se equivocaron pensando que las aves consumían demasiado arroz de sus cosechas, la eliminación de esas aves propició la invasión de otras plagas que verdaderamente atacaban al grano. Castro se equivocó también, pensó que recogiendo a las prostitutas se eliminaba el mal y nunca atacó a fondo las verdaderas causas que la originan. Nunca le importó, porque a todos los dictadores y tiranos les interesa someter a sus pueblos con la miseria.

Solo existió un leve período de silencio desde 1959 hasta finales de los sesenta, donde la situación comenzó a ser insoportable en medio de sus arrebatos de locura. Existen varias generaciones de cubanos nacidos posteriores a esas fechas, y solo dan como existente en el terreno de la prostitución a las actuales “jineteras”. Desde la promulgación de aquella ofensiva revolucionaria en el año 68, hasta muy después de aquel capricho de la zafra de los 10 millones, la prostitución alcanzó niveles muy altos. Fueron tiempos difíciles en los cuales muchas chicas cubanas se acostaban con extranjeros por un pañuelito de brillo, un blumer, o un jabón de baño. Fueron entonces unas prostitutas mucho más baratas que las actuales jineteras. Es cierto que la prostitución alcanza niveles exorbitantes en la medida que la situación de país empeora, tiene su etapa cumbre durante el mal llamado “período especial” con sus inicios en el año 91, pero eso no quiere decir que dejara de existir durante todo el tiempo transcurrido. La autorización de la explotación del turismo, el mismo que él cerrara a principios de su “revolución” y la autorización de entrada de miembros de la comunidad cubana en el exterior, ayudaron a la explotación del sexo como medio se subsistencia. Porque tampoco podemos negarlo, muchos de nuestra gente ha visitado la isla con bastante frecuencia para satisfacer su morbo y explotar la necesidad de nuestras muchachas.

Resulta que nada de eso ha existido desde inicios del período castrista, peor aún es que muchos cubanos lo hayan olvidado. Resulta cínico oír a quien es el verdadero causante de la tragedia cubana, mencionar después de 50 años al régimen de Batista para referirse a la comunidad del exilio en Miami. Hay que ser demasiado inmoral para tratar de tomar como ejemplo aquellos tiempos, hoy, cuando precisamente ha destruido todo lo que heredó. Se preocupa ahora por la familia cubana aquel que mandó a disparar contra miles de seres que escapaban en balsas, el mismo que prohibió todo tipo de contactos con los familiares en el exterior, el mismo…….. Bueno, no vale la pena continuar.

Hoy, al chulo de las epístolas le duelen las medidas tomadas por el gobierno norteamericano, sus arcas disminuirán y no serán las causas de la tragedia cubana, como no lo ha sido tampoco el tan gastado y cacareado bloqueo. Llora desesperadamente por una invasión anunciada hace más de medio siglo, desea inmolarse dentro de sus bunkers como su hermano Sadam, y justificar toda la destrucción de un país donde no se ha escuchado el disparo de una escopeta. El chulo de los cubanos necesita morir con gloria y sabe que le queda poco, pasará al estercolero de la historia como lo peor que le pudo ocurrir al pueblo cubano. Esperemos las diarreas de epístolas, hoy le ha dado por eso.


FIN


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2004-07-28

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