ESPAÑA Y LA INMORAL RECONQUISTA

por Esteban Casañas Lostal


La visita del ministro español Moratinos a la isla ha vuelto a reactivar las desveladas pasiones de los cubanos exiliados y residentes. No es para menos, pero no es causa para alarmarse tampoco. ¿Ha sido nueva esa postura? Por supuesto que no, pero después de medio siglo vagando sobre la misma ola, tal parece que nunca acabaremos de comprender la soledad y complicidad que siempre ha girado en nuestro entorno. ¿Han servido de algo la ONU, OEA, Ginebra, UE, etc., y etc.? Ahí está el tipo, muriéndose de viejo y jodiendo hasta el final de su carrera, peor aún, ahí está toda la camarilla que nunca renunciará a la vida de zánganos que se han dado. ¿Y el mundo? Ese mundo que gira fuera de nuestras fronteras, acude a darle las manos al monstruo criollo. No cabe la menor duda de que existen asesinos simpáticos, cómo se justificaría la asistencia de artistas, políticos, gobernantes, sacerdotes, intelectuales, y para colmo, hasta reyes se suman a esa macabra comparsa.

Si condenable ha sido la postura del gobierno español con relación a su antigua colonia, considero repudiable la postura de los nuestros cuando siembran esperanzas en ese mismo gobierno que los ha traicionado tanto. Diciembre se encuentra al doblar de la esquina, solo han pasado cuatro meses de aquellas declaraciones del parlamento español a favor del régimen cubano. ¿Tendremos tan mala memoria? Todo parece indicar que sí, al extremo de llegar a carecer de ella.

Luego, leyendo uno que otro artículo de tantos que aparecen por ahí cuando se declara la guerra de las teclas, se pueden encontrar mensajes cargados de esperanzas por la liberación de algún preso de conciencia en oportunidades de esas relevantes visitas. ¿Hasta cuándo, caballeros? No nos damos cuenta que somos nosotros mismos quienes convierten a nuestros presos en mercancía de regalos, parece que no y siempre aparecerá alguien desde cualquier extremo de la tierra que justifique esa acción, la de mendigar esas libertades, diría yo y pienso así cuando recuerdo una frase de Maceo.

Desafortunadamente nos han convertido en un pueblo que depende de la piedad, misericordia, lástima y compasión ajena. Llámese solidaridad para calmar un poco la ira y rabia que llevamos dentro, pero no nos engañemos, nos sentimos tan inválidos como el recién nacido que depende de los cuidados de su madre, peor aún, muchos de nosotros insisten continuar con esa invalidez vergonzosa y condenable en un futuro no muy lejano.

España regresa en su afán de reconquista, lo hace con el descaro que impone los tiempos, atrás quedaron los galeones, fortalezas, cañones, cabildos, catedrales y restos de una muralla que se resiste contra el tiempo junto a viejos monumentos. Invade la isla con hoteles de lujo y corporaciones, y cada bala de cañón es sustituida por un Euro, y cada mulata esclava es cambiada por una jinetera, y cada soldado ha sido relevado por un Pepe. España es su gobierno de la misma manera que Cuba es Castro para muchos, ¿y los pueblos? ¿Sabe el pueblo español dónde queda Cuba?, ¿sabe quiénes fuimos para ellos?, ¿han sabido de Castro como nosotros de Franco?, ¿es que existen dictaduras lindas y feas? ¡Silencio, no preguntes más! Sabemos que existen muchos amigos que nos comprenden, pero es difícil olvidar que para muchos, no dejamos de ser menos importantes que un partido de fútbol entre el Real Madrid y el FC Barcelona, mientras sus gobernantes actúan en complicidad con una tiranía más feroz que la de Franco.

España regresa con la intención inmoral de reconquistarnos, envían para ello a su amanerado ministro Moratinos, y que conste, no practico la homofobia. Aceptan de antemano el protocolo expuesto por la dictadura, es una práctica habitual en el hipócrita mundo de la diplomacia por la que debe regirse en las negociaciones a dicho nivel. El mundo entero ha conocido de ese estilo de trabajo cuando el escándalo Fox-Castro, sin embargo, los cubanos, escasos de memoria, vuelven a caer en la trampa y luego despiertan ofendidos. En medio de este charco de inmoralidad, entre declaraciones del ministro justificando su dudosa visita de buena voluntad, España vuelve a meter la pata por medio de su Rey, mensaje de un zángano que vuela a otro que ya no puede volar, todo queda entre zánganos, ¿y nosotros?, escribir, protestar y pena que carezcamos de un muro de los lamentos.

El día que aprendamos a respetarnos nosotros mismos, ese día aprenderán a respetarnos otros pueblos. Ese día llegará y muy probable, sean las nuevas generaciones de cubanos las que ocupen el lugar abandonado en la historia de nuestro pueblo. Mientras tanto, siento verdadera vergüenza cuando veo documentales mostrando a un reducidísimo grupo de compatriotas protestando por el régimen oprobioso que gobierna en nuestra isla. Mientras nadie esté dispuesto a sacrificar nada, nuestras cárceles se verán superpobladas con nuestra gente. Mientras nadie esté dispuesto a sacrificar nada, esos hombres se pudrirán en vida esperando sean clasificados como objetos de regalitos a los personajes importantes que visitan la isla. Mientras nadie esté dispuesto a sacrificar nada y continúen los pedidos de monólogos con sordos, La Habana puede ser tomada por españoles o ingleses, mexicanos o italianos, franceses o canadienses, poco importa el origen de nuestros conquistadores y el destino de nuestra gente. ¡Que Cuba se abra al mundo! Gritó el Papa y Cuba se abrió, le abre las piernas de nuestras chicas a miserables que viajan para explotar sus miserias. ¿Estaremos dispuestos algún día a sacrificar algo? ¡Claro que sí! Sabe Dios.


Esteban Casañas Lostal
Montreal..Canadá
2007-04-09



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