Queridos amigos y colegas:

Poco después de haber sometido esta columna al Diario las Américas recibí la triste noticia de que mi amigo Pablo Alfonso me informó ¨lamento que no podamos continuar compartiendo, por ahora, micrófonos en Radio Martí¨. Yo lamento mucho más él haber perdido al moderador de mi programa semanal, que lo hacía con gran habilidad y discreción. Espero que la gerencia del Miami Herald recapacite en lo que es una política equivocada y que, de hecho, se convierte en una censura a las trasmisiones para dar información más amplia al pueblo de Cuba de la que le ofrece la tiranía que lo oprime.

Saludos, ernesto




Diario Las Americas
Publicado el 10-10-2006

El debate del Herald y Radio y TV Martí

por Ernesto F. Betancourt


Hay un aspecto del debate del Miami Herald que es más importante aclarar que el arrogante racismo que se le salió por los poros a Tom Fiedler. Me refiero a la pretendida posición “ética” de que es incompatible recibir pagos del gobierno y ser un periodista independiente. Aceptar esta premisa haría imposible a Radio y TV Martí cumplir el mandato que le asignó el congreso de los EEUU. Los que mantienen esa posición son malintencionados o meramente ignorantes. Veamos.

La Ley 98-111 de 1983, que creó Radio Martí, establece los parámetros éticos que deben regir sus trasmisiones. De acuerdo con esa Ley, Radio Martí debe regirse por la Carta de la Voz de América (VOA), agencia federal a la cual fue adscrita. Esa carta determina, entre otras cosas, que VOA debe “presentar las políticas de los EEUU clara y efectivamente, así como presentar discusiones y opiniones responsables de esas políticas (Ley Pública 94-350).” Para cumplir con ese mandato el Director de la VOA nos ofreció hiciéramos editoriales propios. Opté por traducir los de la VOA. Esos editoriales son la única posición gubernamental que se trasmite.

Radio y TV Martí son estaciones “surrogate”, esto es compensatorias. Su misión es proveer al pueblo de Cuba la información que no le permite recibir el régimen totalitario que gobierna la Isla. Para ello, el Director de la VOA emitió una guía que rige a todas sus trasmisiones. Esa guía fue redactada por mí en base a la que se había desarrollado para Radio Free Europe y Radio Liberty a lo largo de los años de experiencia de esas estaciones. El objetivo de la guía es asegurar que se mantiene un tono apropiado, basando las noticias en por lo menos dos fuentes y dar una cobertura balanceada. Aquí no puedo cubrir todos los puntos de la guía, pero se desalienta el uso de un lenguaje agresivo o inflamatorio, incitar a la violencia, alentar deserciones, revueltas o rumores. No se permite la propaganda. Como contratista de Radio Martí, me consta que, en la actualidad, esa guía se le entrega a toda persona que se contrata.

Por tanto, es falso que las trasmisiones de Radio y TV Martí sean propaganda y que por eso está prohibida su trasmisión dentro de EEUU. Bajo el Mundt Act, vigente mucho antes de que existieran Radio y TV Martí, se prohibió la difusión dentro de EEUU de toda trasmisión de estaciones del gobierno. Esa es una protección genérica contra que una administración utilizara esos medios para hacer propaganda partidista dentro del territorio americano.

EFE, la agencia de noticias española, es de propiedad estatal. Igual sucede con la BBC de Londres, que goza de gran prestigio. Sin embargo, ambas agencias son utilizadas por El Nuevo Herald. National Public Radio o el Public Broadcasting System en EEUU, reciben financiamiento federal parcial. Programas como McNeil-Lehrer o Washington Week in Review utilizan periodistas prominentes de otras agencias o publicaciones en sus paneles para poder reflejar diversas posiciones.

Radio y TV Martí deben poner a disposición de sus oyentes y televidentes la información que les niega el régimen. Para ello, es esencial que puedan contratar toda clase de informadores, no sólo periodistas, que trabajen a tiempo completo en otras entidades y no verse limitados solamente al talento del personal de plantilla La premisa de que es incompatible recibir pagos de un gobierno y dar noticias u opiniones independientes es una falsedad. Eso sólo seria cierto si hacen propaganda. No hay evidencia alguna de que lo hayan hecho.



Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

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