Hay que apoyar a Uribe

por Ernesto F. Betancourt


La situación en Colombia es harto complicada. El Presidente Alvaro Uribe confronta una situación decisiva y está dando el liderazgo necesario para sacar adelante a su país. En estos momentos eso requiere que los Estados Unidos aprueben el Tratado de Libre Comercio (TLC) y la ayuda militar envuelta en el Plan Colombia. El liderazgo demócrata en el Congreso debe balancear el complacer a sus clientelas políticas con los intereses nacionales de los Estados Unidos.

El TLC es esencial para que Colombia pueda expandir sus exportaciones no tradicionales a los Estados Unidos, dando así mejores oportunidades de empleo al pueblo colombiano. Esto estaría acompañado de la reciprocidad en cuanto al acceso al mercado colombiano para productos de los Estados Unidos. No conozco los detalles de los flujos de productos envueltos, así que no puedo comentar al respecto, pero básicamente esa es la esencia del libre comercio.

Es cierto que las ONG ambientalistas y los sindicatos americanos demandan la incorporación de provisiones de su interés en los TLC. Pero, en este caso, también hay un interés de seguridad nacional envuelto. El TLC ofrece un mecanismo mutuo para ampliar las oportunidades comerciales para Colombia en lugar del llamado ATPDEA, que es un sistema de exenciones arancelarias unilaterales que ofrece Estados Unidos a los países andinos que cooperan en reducir el tráfico de drogas. El ATPDEA vence a fines de junio y si Colombia no logra que se apruebe su TLC sufriría un serio revés en sus exportaciones.

El Plan Colombia es un programa de ayuda, esencialmente militar, que ha permitido fortalecer y ampliar las fuerzas armadas de Colombia para hacerlas más adecuadas a las necesidades de la lucha contra los narcotraficantes a quienes ofrecen apoyo militar las guerrillas del Ejercito de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ambas organizaciones apoyadas por Cuba. Es precisamente el éxito logrado en esos esfuerzos por derrotar a los narcoterroristas que ha permitido restaurar la seguridad en amplios sectores de la nación colombiana, mejorar la situación económica y lograr la reelección del Presidente Uribe. Encuestas de opinión recientes revelan tiene un apoyo popular de más del 70 por ciento.

La gestión de Uribe en su segundo término se ha visto afectada por escándalos provocados por la relación entre figuras de su administración y de los partidos que lo apoyan con las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Las AUC surgieron precisamente ante la incapacidad del Estado colombiano de proteger al sector privado de las acciones extorsionadoras de la FARC y el ELN. Las AUC también se vincularon con los narcotraficantes y además cometieron muchas atrocidades. El gobierno de Uribe inició primero la desmovilización de la AUC y ahora está muy avanzado en las negociaciones con el ELN. Se ha pasado una ley de Justicia y Paz que regula el proceso de desmovilización y desarme. Es de interés nacional para EEUU que esto continúe.

El Partido Demócrata debe balancear sus consideraciones con la realidad de una complicada negociación que afecta nuestra seguridad nacional. Cierto, ha habido revelaciones de vínculos del partido de Uribe con las AUC. Pero, antes de bloquear el TLC y el Plan Colombia, mejor esperan a que se revelen los vínculos de los partidos de izquierda con el ELN y la FARC.


Diario Las Americas
Publicado el 06-12-2007


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