Elecciones ecuatorianas y tentación "chavista"

por Gonzalo Guimaraens


Preocupa la posibilidad de que Rafael Correa, un discípulo declarado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pase a la segunda vuelta y pueda ser electo presidente del Ecuador


En Ecuador, el próximo 15 de octubre una decena de candidatos presidenciales disputará las elecciones, en un ambiente político fragmentado y confuso que contribuye a colocar a los electores delante de una peligrosa tentación: la de pasar a la órbita del neoimperialismo "chavista", con Venezuela, Bolivia y Cuba.

Chávez representa hoy, en América Latina, la punta de lanza del populismo demagógico, con ideas totalitarias y retrógradas con relación a la economía, a los partidos políticos, a los medios de comunicación y a la justicia, que promete bienestar para el pueblo pero que en realidad, después de despilfarrar los recursos provenientes del petróleo, podrá generalizar la miseria en Venezuela y en los países que han caído bajo su influencia.

De acuerdo con las últimas pesquisas, ningún candidato presidencial ecuatoriano ha conseguido atraer la adhesión de sectores mayoritarios del electorado: en números redondos, el socialdemócrata León Roldós tendría un 19% de las intenciones de votos, seguido del "chavista" Rafael Correa, con un 14% y de la socialcristiana Cynthia Viteri con un 12%.

Si ninguno de ellos supera el 50%, una hipótesis que según los analistas ecuatorianos es la más probable, se realizará una segunda vuelta el próximo 26 de noviembre. En este contexto, preocupa especialmente la posibilidad de que Rafael Correa, un discípulo declarado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pase a la segunda vuelta y pueda ser electo presidente del Ecuador.

En lo que va del año, peruanos y mexicanos, en sus respectivas elecciones presidenciales, se vieron delante de una similar tentación "chavista"; y afortunadamente la rechazaron, aún cuando haya sido por estrechos márgenes de votos. En sentido contrario, también este año, los bolivianos escogieron como presidente al candidato favorito de Chávez y de Fidel Castro; y pocos meses después los tristes frutos, en materia de desmembramiento político, social y moral de esa nación andina, ya están a la vista.

Lo anterior es algo que pudiera servir de meditación al electorado ecuatoriano, que en un 55% se manifiesta aún indeciso, según recientes pesquisas.

Hoy, es ese electorado ecuatoriano que tiene en sus manos la oportunidad histórica de dar con su voto un revés, en nivel continental, a los planes expansionistas del populismo "chavista". No obstante, se comprende el doloroso dilema que los ecuatorianos tienen delante de sí, de tener que escoger entre otros candidatos que representan un mal menor que el candidato "chavista", pero que puedan estar ellos mismos, en medidas variables, lejos de encarnar los intereses auténticos del Ecuador.

El resultado de las elecciones ecuatorianas, en la actual coyuntura latinoamericana, será decisivo para impedir o acelerar el avance del populismo en el continente. Es esta la hora histórica providencial de naciones como el Ecuador, pequeñas físicamente, pero capaces de ser grandes espiritualmente.


Gonzalo Guimaraens es analista político. E-mail: cubdest@cubdest.org

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