EL CODIGO DE CONDUCTA

por Jorge Maspons


Primera Parte de Dos

Este es el primero de dos artículos que tratarán de explicar en una exposición breve los seis artículos que componen el Código de Conducta de nuestras fuerzas militares y que cada miembro debe aprender inmediatamente a su ingreso como recluta. Los Artículos han sido traducidos al español por su servidor siendo en todo lo posible fiel al texto en inglés.

Como miembro de las Fuerzas Armadas, mi misión primaria es protejer a la patria. Es mi deber protejer a los Estados Unidos bien sea en combate ó bien sea cautivo como prisionero en algún campo de prisioneros de guerra. El "Código de Conducta" es una guía que me sirve para la conducta diaria y apropiada como militar. Este "Código" ha sido desarrollado por los resultados de las experiencias, los hechos y vidas heroícas de los Americanos comenzando con la Guerra Revolucionaria y ha sido revisado con el pasar de los años. Yo tuve que aprederlo de memoria.

Las obligaciones que asumimos como soldados son el resultado de los valores tradicionales que hemos experimentado como nación en esta tierra que tan grande ejemplo de libertad nos ha dado. La Constitución de Los Estados Unidos y la Declaración de Independencia, las cuales hemos prometido defender y sostener, expresan muy bien estos valores. Tenemos obligaciones con la patria, con nuestros compañeros y con nuestros compatriotas. Este Código expresa estas obligaciones de manera especial para los miembros de las Fuerzas Armadas.

De la misma manera que nuestra responsabilidad con nuestra patria está expresada en este código, el gobierno de los Estados Unidos tiene también una responsabilidad de tener fé en nosotros y de estar a nuestro lado según combatimos en la defensa de la patria. Si alguíen tiene la mala fortuna de ser capturado y llevado prisionero debe tener la seguridad que sus seres queridos son atendidos y que nunca nos abandonaran. También hay que confiar en que harán todo lo posible por lograr nuestra libertad usando todos los medios apropiados.

Para vivir de acuerdo a este código es necesario conocer, no solamente las palabras, sino las ideas y principios que están en sus párrafos; el Código de Conducta es una guía ética y práctica. Sus seis artículos tratan de nuestras inquietudes como soldados Americanos en combate.

Estas inquietudes ó preocupaciones se vuelven críticas cuando debemos evadir la captura, resistir mientras somos prisioneros ó escapar de las manos del enemigo. Las experiencias de los Americanos capturados en guerras pasadas revelan que para sobrevivir la cauitividad es necesario poseer un gran coraje, una dedicación profunda y motivación elevada.

Para poder sostener estos valores personales a traves del cautiverio se requiere un entendimiento y creencia fuerte en nuestras instituciones democráticas, amor a la patria, confianza en lo justo de la causa, ser leal a los compañeros de prisión y sostener firmemente las creencias religiosas y morales en esos tiempos de prueva. El coraje, dedicación y motivación, apoyados por la lealtad, confianza y fé ayudarán a soportar los terrores de la cautividad, triunfar sobre los apresores y regresar a la patria, el hogar y la familia con honor y orgullo.

Nota especial: Yo he podido observar esto en algunos amigos que he conocido que fueron prisioneros de guerra y muy en particular en algunos amigos y hermanos cubanos miembros de la Brigada de Asalto 2506 que conozco y que mostraron un admirable comportamiento durante su presidio en Cuba. Ellos desplegaron una lealtad y amor envidiables dignos de recordar siempre.


ARTICULO I

"Yo soy un combatiente Americano. Yo sirvo a las fuerzas que protejen mi patria y nuestro sistema de vida. Yo estoy preparado para dar mi vida en su defensa". Todos los hombres y mujeres que componen las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos tienen el deber de oponerse a los enemigos de la nación en todos los momentos y bajo todas la circunstancias y al mísmo tiempo apoyar sus intereses. Bien sea durante el entrenamiento ó en combate, solo ó junto a otros, evadiendo la captura ó mientras en prisión, este deber es de todo ciudadano que defiende nuestra nación sin importar las circunstancias.


ARTICULO II

"Yo nunca me rendiré por mi propia voluntad. Si estoy al mando, nunca rendiré mis hombres mientras tengan los medios para resistir". Un miembro de las Fuerzas Armadas nunca deber rendirse voluntariamente. Cuando esté aislado y sin esperanza de infligir bajas en el enemigo, el soldado Americano tiene una obligación de evadir la captura y reunirse con fuerzas amigas y aliadas. Solamente cuando la escapatoria del individuo es imposible y continuar la lucha conduciría a la muerte sin pérdidas significativas al enemigo se puede entonces considerar la rendición. Con todos los medios razonables de resistencia ya agotados y con la seguridad de la muerte como única alternativa, la captura no sugiere deshonor. Para un comandante, su responsabilidad y autoridad nunca se extiende al punto de rendir su comando a el enemigo mientras que tal comando tenga el poder de luchar y evadirse. Cuando esté aislada, abandonada ó rodeada, una unidad debe continuar combatiendo hasta ser relevada ó poder reunirse con fuerzas aliadas a traves de sus esfuerzos por romper el cerco ó evadir el enemigo.


ARTICULO III

"Si soy capturado continuaré la resistencia por todos los medios posibles. Yo haré todo el esfuerzo posible para escapar y ayudar a otros escapar. Nunca cambieré mi palabra de honor por alguna libertad ni aceptaré favores del enemigo".

El deber de todos los militares de usar todos lo medios disponibles para resistir al enemigo no se aminora por la fatalidad de ser capturado. Un prisionero de guerra (prisoner of war ó POW) está sujeto legalmente aún en la prisión a el "Uniform Code of Military Justice" (UCMJ) es decir, el Código Uniforme de Justicia Militar y puede ser guiado por este Código de Conducta. Bajo las provisiones de la Convención de Ginebra, un prisionero de guerra está también sujeto a ciertas reglas impuestas por la nación que le tomó cautivo.

Cuando sea repatriado, el prisionero de guerra no será condenado por haber obedecido reglas razonables tales como mantener su vivienda en condiciones habitables. El deber de continuar la resistencia no incluye ó significa hostigamiento por parte de el prisionero; la represalia por parte de los apresadores para el perjuicio de otros prisioneros es con frecuencia el resultado de este hostigamiento.

La Convención de Ginebra reconoce que un prisionero de guerra puede tener el deber de intentar el escape. Es más, la Convención de Ginebra prohibe a la nación enemiga ejecutar a un prisionero de guerra simplemente por intentar escaparse. Bajo la autoridad de un oficial superior, un prisionero de guerra debe prepararse para escapar tan pronto como la oportunidad se presente. En el campo de prisioneros, el "Senior" es decir el prisionero principal debe considerar el estado en que se encontrarán los que permanescan después de un escape.

Sin embargo, como asunto de consciencia y determinación, un prisionero debe planear el escape, tratar de escapar y ayudar a otros escapar.

En las guerras de Corea y Vietnam, las naciones enemigas han considerado los campos de prisioneros como una extensión del campo de batalla. Han usado una variedad de tácticas y presiones incluyendo la tortura física y mental, negligencia médica y han explotado a los prisioneros en sus propagandas para obtener información militar.

Estos países se burlaron de la Convención de Ginebra utilizando todos los medios a su alcanze para desmoralizar a los prisioneros. Estos enemigos trataron de inducir a los Americanos prisioneros a aceptar favores especiales ó privilegios a cambio de hacer declaraciones o dar información en contra de su patria. El prisionero de guerra nunca debe aceptar ó buscar compromisos con el enemigo, al menos mientras su mente esté funcionando correctamente.

La cortesia militar: En la Primera y la Segunda Guerra Mundial los prisioneros de guerra no abandonaron la cortesia militar aún cuando tenían contacto con los oficiales enemigos. Ellos representaban a sus respectivos países y aunque estándo en combate se matarían unos a otros, sin embargo, no debía de haber odio personal. Hay ciertas reglas de conducta y tradiciones que hasta ese momento se observaban.

Comentario adicional: Este artículo de su servidor tiene el propósito de mostrar algunos de los riesgos que corren los miembros de las Fuerzas Armadas, con la esperanza de enseñar también el sacrificio que enfrentan los defensores de la libertad.

Ojalá que los líderes civiles de nuestra nación también tuviesen un carácter similar al necesario para el ingreso en las Fuerzas Armadas; de ser así, tendríamos un mejor gobierno. En el siguiente artículo explicaré el resto del Código de Conducta.


FIN


Jorge Maspóns

Este y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org


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