¿PORQUE NOS DESPRECIAN TANTO?

Por Jorge A. Maspóns


En un programa de radio durante la semana pasada alguien preguntó, ¿Porque nos deprecian tanto? ¿Porque nos odian tanto en muchos países del mundo?

En unos breves momentos trataré de darle respuesta a estas preguntas. La explicación es profunda pero es fácil al mismo tiempo para leer y entender. No hay que tener títulos de universidad para comprender porque nos odian y para darnos cuenta de las razones.

Los Estados Unidos tuvieron un nacimiento único en la historia. Desde los primeros momentos cuando llegaron los peregrinos a sus costas buscando libertad religiosa podemos ver la mano de Dios guíandoles y bendiciendoles. Mas tarde, cuando comienzan los planes para la revolución vemos como los “Padres Fundadores” confíaban en Dios y en todas sus reuniones pedían la dirección del Todopoderoso en todo lo que hacían. La mayoría de ellos eran cristianos y los que no lo eran por lo menos creían en Dios y aceptaban los preceptos Bíblicos como guía para sus vidas. No eran perfectos, como tampoco nosotros somos perfectos, pero tenían una aptitud humilde y agradecida ante Dios a quien honraban en sus negocios y actividades religiosas.

La influencia de el cristianismo un nuestra nación no se puede negar, se encuentra por todas partes. Aunque en nuestros días algunos no lo quieren admitir, fué precisamente la convicción cristiana de los Fundadores lo que los dirigió a fundar una nación en donde hay libertad de culto para todos los habitantes. Cuando se debatía en la Convención Constitucional la clase de gobierno que debía ser adoptada, fué la Biblia el libro más citado por los Fundadores y de los libros contenidos en la Biblia fué el Libro de Deuteronomio el más consultado; esto es porque es la parte del Pentateuco donde se halla la ley Mosaica.

Después de ganar su libertad tras largos años de combate, cuando parecía que la Convención Constitucional de 1787 en Filadelfia estába en peligro de fracasar, Benjamín Franklin, el más anciano de los delegados y uno de los más sabios Fundadores se levantó de su silla y sugirió pedir la dirección de Dios para resolver sus diferencias. Desde entonces ha continuado la práctica de orar a Dios antes de comenzar cualquier reunión gubernamental. Jorge Washington fué nombrado para ser el Presidente de la Convención de 1787 por unanimidad y más tarde, al ser ratificada la Constitución, elegido presidente de la nueva nación por dos términos. La frase “primero en la guerra, primero en la paz y primero en el corazón de su pueblo,” era repetida por el pueblo quien prácticamente adoraba a Washington, Sin embargo, el primer presidente dejó sentada ciertas prácticas tales como la limitación a dos términos presidenciales y a no involucrarse en tratados con otras naciones.

El enfásis de el nuevo gobierno estába en el individuo. Los ciudadanos estában libres para comerciar y prosperar según sus esfuerzos y siempre que observaran las leyes, como dicen en inglés, “el cielo es el límite.” La función del gobierno sería simplemente proteger la vida, la libertad y la propiedad de sus ciudadanos. La nueva nación comenzaba con una sólida base cristiana, una verdadera república constitucional en la cual el gobierno estaría atado a las limitaciones de la Constitución, un gobierno que temería al pueblo y no el pueblo a el gobierno.

Por más de 200 años años nuestro sistema de gobierno, a pesar de sus defectos, ha perdurado. El sistema constitucional americano funciona; no importa el tamaño de su población porque la Constitución es una serie de principios para gobernar la nación, no importa cuantos millones de habitantes tenga. El sistema funcionará mientras que existan ciudadanos vigilantes y celosos de su libertad que no pierden nunca de vista la fuente de sus bendiciones.

Los Estados Unidos ha sido la nación más generosa en la historia. ¿Quienes son los primeros en acudir al socorro de los nececitados cuando hay catástrofes en algún lugar del mundo? ¿Cuantas patadas nos han dado después de haber llevado la ayuda? ¿Cómo y dónde aprendieron los Americanos a ser tan espléndidos? ¿Porque quieren tantas personas venir a los Estados Unidos para más tarde enviar sus dineros al extranjero? Es precisamente la influencia de Cristo en sus vidas que los inpulsa a ser dadivosos. Esto no lo pueden aceptar en muchos lugares del mundo. La envidia es una cosa terrible.

Esta es, pues, la respuesta a la pregunta que sirve de título para este artículo. El mundo en general no puede aceptar el sistema limitado de gobierno ideado y establecido en 1787 y mucho menos la influencia cristiana sobre su formación.

Por muchos años ha sido y seguirá siendo mi deseo que el pueblo americano jamás pierda de vista su “herencia.” El día que lo hagan dejarán de ser libres.


Jorge A. Maspóns
Marzo, 2003

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