“LOLITA” / LA MADRE QUE YO CONOCI

Por Jorge Maspons


Estimados Amigos: El artículo que sigue a continuación es una parte de la historia de la vida de mi madre, Dolores “Lolita” Maspóns, quién fué llamada por Dios a su presencia el 14 de Junio, 2002. En este, el primer aniversario de su muerte quiero compartir con Uds. algunas de las cosas que hicieron de ella una persona muy especial y que yo admiraba con gran orgullo. En estos tiempos difíciles para las familias por tantos problemas es bueno saber que todavía existen padres que enseñan correctamente a sus hijos, padres de los cuales nos sentimos orgullosos. Comparto parte de su vida con Uds. como un tributo a la que fué una gran cubana, gran americana y una persona de quién estoy muy orgulloso. Es mi deseo que estas breves notas sean de su agrado y que sirvan para demostrar que todavía, en el tiempo presente, es posible vivir una vida cristiana y recta.

Mi madre fué una mujer muy rica. Bueno, no fué rica en cosas materiales.. Su riqueza consistía en su carácter y en una bondad incomparable que fueron cualidades que ví en ella durante los años que estuvo entre nosotros. Como dijo Jesús, “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” (Lucas 12:15)

“Lolita,” nombre por el cual la conocían casi todos sus amigos fué una de las personas más generosas que he conocido en mi vida. Su buen humor y buena disposición hacían de su generosidad una parte natural de su persona. Mi madre no fué una mujer famosa según el mundo entiende como y lo que es la fama. Sin embargo, a pesar de no haber estádo nunca en la política, ni haber sido miembro de la alta sociedad, tenía unos conocimientos tremendos de quién era quién, conoció a muchas personas famosas y se conocía la historia de Cuba como ninguna otra persona que he conocido. Lugares, fechas, y nombres estában grabadas en su mente y las recordaba en el momento adecuado. Mi madre no tuvo una gran enseñanza formal, de universidad y sin embargo, tenía más sentido común y sabiduria que muchos que han pasado por la enseñanza superior.

Lolita nació en La Habana, el 28 de Enero de 1915. Parece como que la Divina Providencia lo determinó así, que fuera el mísmo día del natalicio del Apóstol. Desde su niñez mi madre se interesó en la historia de su patria y sus próceres. Uno de los buenos recuerdos que tengo de ella era su gran satisfacción y alegría de haber conocido, cuando era jóven, a Amelia Martí.. La hermana del Apóstol ya era una señora anciana cuando mi madre la conocío pero según me contaba, Amelia Martí era muy atenta con ella y le gustaba compartir anecdotas del pasado alegrandose de ver a personas jóvenes interesadas en la historia de Cuba.

Entre las tantas historias que mamá me contaba estába una que considero mi favorita: es su relato del día cuando Cardenas fué denominada como la “Ciudad Bandera” el 13 de Mayo de 1945. Y fué precisamente desde aquí, en mi ciudad de Nueva Orleans, que el inolvidable venezolano Narciso López zarpó para Cuba con la primera de sus dos expediciones. Mamá me contaba que era imposible hallar hospedaje en Cárdenas, ella (con mi padre y hermano mayor) fueron muy afortunados de tener a una tía abuela mía en Cárdenas la cual tenía una casa lo suficiente amplia para hospedarles juntos.

Otra historia que mamá me contaba y que quiero mencionar porque le hacía gracia era de que cuando su servidor era un niño, paso un día por la casa el patriota Juan Gualberto Gómez, caminado con un paraguas en la mano y cargandome a mí con la otra mamá le preguntó: “Juan Gualberto, ¿Porqué trae Ud. un paraguas cuando está el sol está afuera y no va a llover?” A lo cual respondió el ilustre cubano: “Bueno chica, es por si acaso llueve. ¿Te imaginas tú lo que es un negro como yo con el pelo mojado.”

Como hija de españoles y casada con un catalán, mamá tenía un interés especial en nuestra madre patria. Le interesaba en particular la guerra civil española y nos pasabamos horas conversando sobre ese tema; ella podía mencionar a todos los españoles prominentes que pasaron por Cuba durante los años de guerra. Los dos coincidiamos en muchas cosas. Dos de las historias que más comentabamos son el sitio del Alcazar de Toledo y el General Aranda en Asturias (de donde es mi familia materna)

Mi madre era una mujer extraordinaria y de visión; ella tenía la habilidad de discernir y descubrir las nececidades de otras personas y era la primera en extender sus manos de ayuda aunque a veces sus medios eran limitados para la resolución de los problemas. Pero sus limitaciones no eran un impedimento porque inmediatamente buscaba otras personas que sí podían resolver los problemas cuando ella no tenía los medios. No se me olvidará nunca algo que me dijo mi hermano Andrés: “Mamá fué un alma que vino al mundo para hacer el bien.”

Es notable mencionar que esta “visión” de mi madre se extendía más allá de los asuntos y nececidades materiales de sus prójimos. Recuerdo bien que en los primeros días de Enero de 1959 cuando Fidel Castro pronunciaba sus primeros discursos, nos dijo: “Esto es comunismo y si no lo detienen enseguida tendremos que irnos de Cuba si queremos ser libres.”

En nuestro tiempo nos lamentamos por la falta de padres responsables, que traen a sus hijos al mundo y luego no proveen para ellos la enseñanza adecuada para enfrentarse a la vida. Yo soy uno de esos que agradezco a Dios por una madre que fué no solamente buena con nosotros sus hijos, sino también una excelente hija hasta el fín de la vida de mis abuelos.

En la iglesia a donde ella asistía, “Lolita” era como una estrella, algo así como una matriarca a quién todos pedían sus consejos y cuando de cocinar se trataba, Lolita era la supervisora en la cocina, siendo altamente solicitada.

Pero quizas lo que más me impresionó de su vida fué la forma en como enfrentó los problemas y las enfermadades que sufrió, más aún, su disposición y sinceridad al hablar de la muerte. En mis conversaciones con ella pude apreciar su seguridad y sus convicciones, su fé firme y su confianza plena en la vida eterna, gracias a nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Mi madre estará siempre conmigo, aunque no fisicamente. Estará en mis pensamientos y recuerdos con la confianza y seguridad que un día nos reuniremos nuevamente. Hasta el final de mi peregrinaje por esta tierra recordaré siempre su carácter noble y feliz, su buen humor y su amor por nuestra patria de nacimiento.

“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito; (Salmo 112:9) Repartio, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre” II Corintios 9:6-9


Jorge A. Maspóns
Junio 14, 2003

Enero 28, 1915 - Junio 14, 2002
La Madre Que Yo Conocí
Por: Jorge A. Maspóns

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