APPOMATOX, Reunión de Gigantes

Por Jorge Maspóns


Introducción:

El artículo que viene a continuación es una breve historia de los acontecimientos acaecidos en aquellos primeros dias de Abril de 1865 en el pequeño pueblo de Appomatox, Virginia. Se aproximaba el fín de una guerra de cuatro largos años que dejó destruido a los estados del sur y hasta el dia de hoy vemos sus efectos en ambas partes, el Norte y el Sur de la nación . La Guerra Civil en los Estados Unidos es conocida por muchos nombres diferentes; algunos de estos nombres son: "La Guerra Entre los Estados Americanos," "La Guerra de Sececión," "La Guerra por la Independencia Sureña," "La Guerra de Agresión Norteña," y otros mas.

En 1861 los estados sureños comenzaron a separarse de la Unión americana y pronto formaron la Confederación del Sur que buscaba la independencia y el establecimiento de un nuevo país. Habían razones válidas en ese tiempo para hacerlo pero tratar este asunto no es mi propósito en este trabajo puesto que es un tema muy largo y un poco complicado. Como quiera que sea, los Estados Unidos son hoy un solo país y tenemos solamente una bandera.

El artículo trata principalmente de el encuentro entre los Generales Ulysses S. Grant y Robert E. Lee, dos de las mas importantes figuras de este periodo de historia americana. Trato de explicar como llegó este encuentro, lo que hicieron y dijeron ambos generales y el mutuo respeto que existía entre ambos. Es muy importante señalar, que aunque el General Lee era en esos momentos el comandante-en-jefe de las fuerzas confederadas, él estába solamente entregando el Ejército del Norte de Virginia. Aunque esto no fué en sí el fín de la guerra, podemos ver el comienzo del final de este terrible periodo. Muy pronto el resto de los ejércitos confederados entregaron sus armas y comenzó la mal llamada reconstrucción.

La guerra civil en los Estados Unidos continua siendo objeto de estudio por muchos y exísten numerosos grupos que se reunen para dramatizar las batallas. Es un tema muy interesante y tanto en el Norte como en el Sur existen miles de interesados, aficionados al estudio de esta guerra. Su servidor es uno de ellos.




EL PRINCIPIO DEL FIN (Primera de 5 Partes)

La tarde estába comenzando a caer y las madres llamaban a sus hijos que andaban jugando. Había llegado la hora de volver a la casa y muy pronto sería el momento de retirarse para dormir. Habían soldados esparcidos por todas partes de esta villa de Virginia. Los sentinelas estában parados cerca del portal de el pequeño hotel donde el general se movía, sentado en el sillón.

El general recibió muchos despachos y envió aun más mensajes a sus divisiones que estában dispersas, estiradas en largas filas a lo largo de todos los caminos vecinales de la región.

A traves de esta villa de Farmville uno de los cuerpos del ejército marchaba durante aquel atardecer de Abril,1865, regimiento tras regimiento, todos veteranos. Ellos no se parecían a los sabiondos reclutas que habían sido cuando dejaron sus hogares -cuando las bandas de música tocaban y las muchachas se protegían del sol bajo sus sombrillas. Ahora eran soldados madurados por los cuatro largos años de amarga guerra.

Las tropas habían forcejeado en las líneas al sur de Richmond durante las frescas semanas de una primavera al amanecer; allí habían ganado una victoria. Los confederados estában ahora en retirada; estos muchachos en los azules y sucios uniformes les seguían.

Huye y persigue -si se le puede llamar. Los hombres en gris hambrientos, los remanentes de la Confederación, tropezaban e hicieron grandes progresos en su marcha hacia el oeste caminando por las lomas de barro en Virginia. Los confederados se movían y se echaban a un lado para arrodillarse detras de los arbustos de finas hojas verdes, cada una de ellas enredadas por entre las blanqueadas barandas para introducir sus rifles a traves de la maleza y esperar hasta el acercamiento de las brigadas yankis. Entonces vendría el esparcido y picante fuego de piquetes, cayendo sobre las avanzadas. (Nota: por si acaso hay alguna persona que no lo sabe, la palabra "yanki" era el apodo dado a los soldados norteños.)

Cada vez que los enemigos descargaban sus rifles algunos muchachos quedaban echados en medio de los hierdajos. Los soldados en el manchado gris se levantaban y una vez mas tomaban su frenética retirada.

Alguna que otra vez algún jóven nervioso de esta andrajosa retaguardia -que no estába abatido por la falta de alimento, por horas interminables hollando a lo largo de carreteras con surcos- soltaba el aire de sus pulmones y soplaba desde su garganta en un alto chillido que también era imitado por los otros.

Pero ahora, no importa cuanto resonaba el chillido, era el grito ahogado de un ejército moribundo, un roto, hambriento desfile lleno de costras que se disolbía hora por hora. Un hombre puede pelear sin alimentos por un largo tiempo -miles de ellos lo estában haciendo- pero no se puede pelear sin municiones. Las harapientas multitudes continuaban desesperadamente marchando hacia el oeste.

Atras en Farmville, un hombre robusto (cuyo último domicilio antes de la guerra era en Galena, Illinois y cuya ocupación civil más reciente fue la de dependiente en la tienda de arreos de su hermano) solamente se sentaba masticando un tabaco según observaba a sus soldados moviendose a traves de la penumbra; estába cansado y estába pensando. Su personal agrupado en la otra parte del portal, charlando en tonos bajos, echaba un vistazo de vez en cuando hacia su general.

Otro oficial, de una compañía que pasaba por delante en ese momento, reconoció la figura cubierta por el polvo. El teniente saludó apresuradamente y entonces se hechó atras para hablarle a una amiga. "¡Sí, ese mísmo es, -allí en el portal! Es el viejo....Sí...es Grant."

(Nota: En el ejército le llamábamos al capitán o comandante "el viejo" en inglés, "the old man." Esto no era un insulto, era una frase cariñosa)

Algunos de los oficiales mas jóvenes, tan cansados como estában de una semana frenética de persecución y batallando, comenzaron a dar vítores. Se escucharon otras voces. "¡Grant! ¡Grant!....¡Hola Grant aquí estoy"! Las tropas tenían motivo para regocijarse. Los muchachos habían peleado una guerra; ahora ya casi habían ganado. habían desalojado al enemigo de Petersburg, habían perseguido a los confederados toda la semana.

Era el viernes 7 de Abril de 1865. Ya no tardaría mucho tiempo. Todos lo sabían...los rezagados confederados se pusieron en cuclillas. En los adyacentes graneros; el grueso del ejército sureño estába bastante cerca. Los jóvenes parlotearon felizmente....La guerra terminaría pronto.



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