El CASO PINOCHET

Por José Sánchez-Boudy


Vamos a estar claros: llevamos casi cuarenta años en el exilio porque creemos que utilizando solamente los medios que nos da la democracia consolidada en un Estado de Derecho, aplicando la ley, siguiendo el viejo axioma romano de que la ley es dura pero es la ley, se puede vencer, sin extralimitaciones ilegales, a toda subversión comunista.

Vamos al caso Pinochet una vez dicho esto. Estemos claro. Al general chileno lo tiene sujeto a prisión una confabulación comunista internacional, que partiendo del socialismo español, con la aprobación de la actual dirigencia española, aunque se rasguen las vestiduras se ha unido al fabianismo inglés.

No perdonan que el general Pinochet destrozó el plan de comunismo internacional para apoderare de Chile, lo que combinado con los Tupamaros uruguayos y los comunistas argentinos, hubiera logrado que el marxismo se adueñara de toda América. Como no perdonan al general Franco y al ejército español que haya impedido la finlandización comunista de Europa.

Esto no es un problema de derechos individuales, sino lo que he dicho. Si se afirma que el gobierno de Pinochet desapareció o asesinó a tres mil chilenos e internacionalistas españoles, tenemos también que tener en cuenta, que de haber triunfado los comunistas en Chile, en Uruguay, en Argentina, ya la monstruosa dictadura comunista hubiera liquidado de un tiro en la nuca a millones de hermanos del Cono Sur.

Y vamos a hablar más claro. Ya es hora de decirlo sin tapujos y sin cobardía: el movimiento de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, y el actual de jovencitas vestidas de negro, está infiltrado por el comunismo, el cual se aprovecha del dolor profundo y dignísimo de las madres que perdieron sus hijos para poder socabar la democracia y después fusilar a diestra y siniestra, incluyendo a algunas de las madres utilizadas si fuera necesario.

Se habla de la guerra sucia, pero por qué no se denuncian los secuestros de los comunistas que llevaban a los secuestrados a las "cárceles comunistas del pueblo", después de haberles celebrado los juicios comunistas del pueblo.

Vuelvo a repetir para que no se me desboque ninguno de esos cobardes que defienden a los asesinos comunistas. Estamos por el Estado de Derecho. No se puede ni matar, ni asesinar, ni torturar, ni poner en prisión ilegalmente a ningún hombre.

Y en esto han sido maestros los comunistas. Basta recordar el asesinato de miles de oficiales polacos en los "Bosques de Katin" por las ordas marxistas de la NKBD: la policía secreta del régimen stalinista. Y qué me dicen de los miles de campesinos rusos, y de los miles de fieles ortodoxos rusos asesinados por las ordas marxistas. Yo les pido a todos esos que hablan de los asesinatos de Pinochet, que hagan una declaración denunciando al comunismo y enumerando sus crímenes monstruosos.

Y mientras el general Pinochet está detenido, por un suplicatorio arbitrario de un juez español, en la Península Ibérica se lanza el fango contra la España inmortal del Cid, del Guzmán "El Bueno", contra el noble pueblo español del que desciendo por parte de padre, al homenajearse al asesino de Fidel Castro. ­Por Dios' No queremos ver a la Reina Sofía besando a Vilma Espín, o conversando con el asesino de Castro.

Todos los hombres libres que admiramos a la España colonizadora y de Lepanto, nos sentimos indignados ante el trágico papel que están desempeñando por odio a la Derrota del 98 un grupo de gobernantes españoles. No nos dejaremos los cubanos tutelar ni por España; ni por ninguna nación del mundo, ni por un castrismo reciclado como desean muchos de los mentados jerarcas de la provincia y los personajes de la "Vergüenza de Oporto". Estamos --repito-- todos los cubanos por la España Grande de la defensa de Zaragoza y de Pelayo: por la de los emigrantes españoles. Pero denunciamos a la España Negra de Valeriano Weyler.

Cuba recuperará su libertad. No será la libertad reciclada, sino la libertad real y absoluta. Entonces, veremos qué se hacen los que van a ella a buscar sexo y a hacer negocio. La Cuba Eterna no olvidará.

El Caso Pinochet es gravísimo. Muestra claramente que el comunismo no ha muerto como ha escrito nuestro director el Dr. Aguirre: está reciclado. Muestra algo peligrosísimo: que está echando manos a los métodos legales de la Democracia para socavarla. En el caso de Pinochet, les recuerdo, fingen utilizar propiamente un recurso legal, cuyo único fin es llevarlo a España y encarcelarlo. Hasta Castro, un criminal nato, está erizado porque el método usado puede ser un boomerang.

El gobierno español, me dice Manolo Prieres, está llevando a cabo contra los EE.UU. un revanchismo histórico en el que sacrifica a sus propios hijos: al pueblo cubano. Me añade Prieres, con el que converso estas cosas: está llevando a cabo, asimismo, un revanchismo político contra los que históricamente han derrotado --como Pinochet-- al comunismo internacional. Nos quieren tomar el Estado de Derecho.


FIN


José Sánchez-Boudy
Diario Las Américas
Edición del 21 de Octubre, 1998

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