Dictadores constitucionales

Por José Sánchez-Boudy

Así llama John Pérez Sampedro a los dictadores constitucionales que encabezan las Nuevas Dictaduras del Siglo XXI. Estos dictadores son el primer efecto del pucherazo venezolano. Se cumple, asi, la predicción que hizo, hace más de medio siglo, el famoso penalista argentino Sebastián Soler en su eruditïsimo libro titulado Ley, Historia y Libertad, la de utilizar la ley y el derecho para legitimizar el ataque a ambos. Ortega y Gasset también señaló lo mismo en su estudio sobre la crisis del Derecho en el siglo XX

El pucherazo venezolano da la razón al Exilio Histórico, que como se sabe no es sólo una fecha de llegada sino el creer y luchar por los valores de la Cuba Eterna, como yo la he descrito en los últimos catorce años, el de la intransigencia heroica; la que ha frenado el ataque del comunismo; la que ha derribado al comunismo en muchos frentes; la que no ha permitido el avance del comunismo. La que siempre ha señalado que con el Comunismo no se puede dialogar. Que sólo cabe el extirparlo de raïz. Y que hay que hacerle como al marabú: pasarle el arado y petrolizarlo, para que no escape una semillita del mismo llevada por el viento, porque donde cae se extiende por todos lados, destruyéndolo todo.

Los dialogueros, los plataformeros, los llamados académicos, que hablan de la transición pacïfica; los que hablan de "pasar al régimen de Fidel por las urnas", mientras se comen un flancito en Cuba o llevan a los estudiantes a ver el Museo de los Asesinos del G2; hablan de la irracionalidad del Exilio Histórico, cuando son ellos los que siguen a la "Sin Razón" y al totalitarismo que la impone; el Proyecto Varela --­pobrecito el inmenso Varelaý en que error ha sido utilizado-- el Diálogo Nacional, en fin todo lo que sea Dialogar con el Régimen ha sido borrado por el Pucherazo de Venezuela, por el Cambiazo de las máquinas de votar, por la falsedad de hombres que como Carter han dejado una estela de destrucción de los Derechos Civiles, que dicen defender, por donde han pasado. Todo ha sido barrido.

Porque la lección del pucherazo es muy clara. Clarísima. Es lo que siempre ha repetido hasta la saciedad el Exilio Histórico: El Comunismo no entrega el poder. El Comunismo no juega limpio. El Comunismo no suelta. Al Comunismo hay que sacarlo como a la mata de yuca de la tierra; entera con la última raïz. Aunque la nación vaya al desastre. Aunque muera el último venezolano, cubano, todos los habitantes de la tierra, el Comunisno no entrega. Estos malhechores que son los comunistas, estos asesinos, no entregan. Hay que extirparlos como al melanoma. Si echan raïces hacen metástasis, infectan todo el cuerpo civil e imponen el terror y el crimen. El que ya anunciado está por Chávez, indicando que "se profundizará la Revolución Bolivariana. No, no quitará las casas de un tirón. Obligará a los propietarios a recoger maleantes en sus hogares; en compartir éstos, colectivamente, con ellos y basados en una argucia, detendrá a los dueños, y los sacará del païs o los meterá en la cárcel. O se marcharán.

El método será distinto al usado en Cuba, donde se barrió a la oposición con el crimen y el terror enseguida. Ahora, en las fábricas, en Venezuela, vendrá la Co-gestión de dueños y obreros, hasta que los dueños abandonen sus propiedades y se marchen, o por oponerse a la Revolución Bolivariana vayan a la cárcel. El método ahora, para no causar miedo, es más sofisticado que el de Castro, pero va dirigido a lo mismo: a la Comunización de la tierra del Libertador.

Fíjense como legalizaron, según lo que ellos creen, de acuerdo con la ley de Chávez: creando en la Constitución un Referendum revocatorio; moviendo con agentes infiltrados --ya diré por qué, porque los veo en las filas de la oposición con un pasado que habla por ellos-- que los llevaron a la trampa de ir a un ejercicio polïtico dominado por el Comunismo. Donde Chávez lo tenïa todo en sus manos; desde el Tribunal Electoral; desde los colegios donde se votaba, al Tribunal Supremo. Se le dejó ocupar con sus matones todo y armas a los que nada tienen que perder contra los creadores de riqueza, que no tienen la culpa que demócratas cristianos y adecos hayan entrado a saco en las arcas del tesoro público. El pueblo, creyendo en la fuerza de la democracia, cayó en la trampa y fue al Referendum para ver como se burlaba la voluntad soberana de los venezolanos.. El pueblo puso los mártires y un comportamiento heroico, que es grandeza de la nación venezolana; el de la batalla de Junïn que cantó Olmedo del que el Dr. De las lanzas de Baez.

Así se comunizará a Venezuela si Chávez se sale con la suya. Y nada pasará. Porque la civilización occidental sólo piensa en el goce, en la molicie, en el lujo y no en los valores del espïritu o de la democracia. Sólo piensa en el interés personal. Estamos en una monstruosa crisis de valores y hay que echar mano a los mejores resortes del espïritu, a la ética, a las enseñanzas de Martï, de Bolïvar, de los grandes hombres de América, para que se abran los ojos y se le dé frente al peligro venezolano. El mandar felicitaciones, como se ha hecho al autor, de uno de los grandes pucherazos de la historia. El mandar felicitaciones, es un signo ominoso de la crisis de que hablo y una bofetada, a un pueblo que no ceja en enviar la comunización de su nación. Pero fïjense del ejemplo cubano, a los que se abandonó. Y ahora se pagan las consecuencias de ese abandono. La libertad hay que reclamarla con las lanzas de Báez.


FIN



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