El viaje, el triunfo. Bush

por José Sánchez-Boudy


Cuando el vicepresidente Nixon, hace muchos años, viajó a Venezuela, la turba, no elegida por el pueblo sino por los comunistas, se le echaron encima y por poco le vuelcan hasta el carro en que viajaba. Nixon dejó detallado esto que llamó "crisis", en un libro interesantísimo: "Seis Crisis". Ahora el presidente Bush ha salido en un viaje a Europa del que ha llegado triunfador. El recibimiento en Albania y Bulgaria fue extraordinario. Las multitudes en las calles lo aplaudían. Recuerden que estoy haciendo un análisis histórico, no político. Entro en el estudio del hecho tal como lo recogerá la historia por lo sencilla que es su interpretación. El triunfo no ha sido recogido por la prensa liberal, enemiga del Presidente, que ha olvidado que lo principal es el amor a los Estados Unidos y no la lucha política. Si este coloso de la libertad (Estados Unidos) desparece, como decíamos en Cuba: "Adiós Lola", o sea: "Apaga y vámonos". Se encubrió el triunfo poniendo la atención del público sobre el supuesto robo de un reloj que por fin apareció. Nadie lo había hurtado. La noticia del triunfo ni se dio en muchos órganos a través del país.

¿En qué reside el triunfo de Bush? Miren; todos los males de Europa han venido del Oriente. El imperio romano estaba en el Mediano Oriente controlando a los sarracenos, palabra que apareció en el tiempo aquel hace más de veinte siglos, y en la Dacia, lo que hoy es Hungría y otras partes aledañas, para evitar que los árabes se cogieran a Europa. ¿Sabían ustedes que los romanos pelearon en Babilonia en el mismo sitio en que están ahora las tropas norteamericanas y de la OTAN, para evitar que los sarracenos que se cogieron al mundo? Pues por poco se lo comen, a pesar de todo. En la lucha contra los sarracenos murió un emperador romano. Un signo terrible con la retirada de las tropas de la Dacia que el imperio colapsaba.

Y casi colapsó Europa cuando las tropas del gran Solimán el Magnífico llegaron a las puertas de Viena y fueron detenidas por el Rayo de la Guerra, el gigantesco emperador Carlos V.

Ventilia Oria ha dejado en una novela formidable, que le recomiendo a todos leer, titulada "El Caballero de la Resignación" el abandono de la Europa del Este a la furia de los jenízaros de Solimán el Magnífico. Ahí verán cómo la potencia más grande de entonces, en Europa, Venecia, por cálculos políticos abandonó al Viejo Continente y los árabes, o mejor dicho, los musulmanes, llegaron a ocuparla y cayó Bulgaria, y cayó Albania, donde todavía los minaretes cubren el horizonte. Este abandono del mundo europeo causó la llamada "limpieza étnica" que hemos presenciado en Kosovo, y la nueva ola fundamentalista que quiere terminar con los Estados Unidos.

Me han contado búlgaros que cuando comenzó la limpieza étnica sus vecinos de toda la vida, y amigos, fueron los que mataron a miembros de sus familias. Hasta el Siglo XIX estuvieron allí los jenízaros, o sea, las tropas musulmanas derrotadas por el Zar ruso. Por eso los búlgaros son tan amigos de los rusos. Niños cristianos robados e esclavizados. Convertidos al Islam. Asesinos hechos a manos.

He aquí, en el júbilo y el amor del pueblo albanés y del pueblo búlgaro hacia los Estados Unidos. La importancia del viaje del Presidente Bush. Fue un gran triunfo y una derrota de la envidia, y una muestra de que hay musulmanes que sufrieron los rigores de la invasión de sus compatriotas, por el mero hecho de ser búlgaros o de ser albaneses.

Aquí está de nuevo la ley de "Corsi y Recorsi" de que les hablé: el péndulo histórico está perdiendo su dominio y el Mundo Occidental está deteniendo el nuevo asalto fundamentalista a sus fronteras y a la nación única para derrotarlo: los Estados Unidos. El asalto islámico.

Esta es la verdad monda y lironda. No se puede uno llenar de pasiones y de agendas políticas ante una realidad: hay una tremenda crisis en el Mundo Occidental en la que los valores que lo sustentaron se resquebrajaron y en que los fundamentalistas aprovechándose de esto y de las querellas políticas en el país más grande del mundo desde el punto de vista militar, y de todo tipo, está atacado en todos los flancos, desde el comunismo de América Latina; desde el odio a Estados Unidos unido al Fundamentalismo árabe. Como se ve, en el viaje de Ortega a Irán y la coincidencia de las dos fuerzas del mal, los fundamentalistas comunistas de América Latina y los fundamentalistas religiosos políticos de Irán y otras vertientes.

No se puede, pues, dejarse llevar por opiniones que no han sido calibradas por la óptica de la historia. Todo esto es más importante que se le haya perdido el reloj al Presidente de los Estados Unidos. No nos dejemos llevar por los envidiosos; por los demagogos y por los que creen que la razón está en la envidia. La historia es la gran consejera del género humano. Hay un refrán que así lo dice. Y los refranes son la sabiduría del siglo.

Hay que parar el Fundamentalismo árabe que ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Occidente. Estamos carcomidos por dentro con tanta avaricia y tanta inmoralidad consentida por los gobiernos occidentales. Ya no hay vocaciones religiosas, no olviden que la bandera papal llamó a las Cruzadas y a Lepanto y se le unió España, Inglaterra y toda Europa a su llamado constante de salvación. Desgraciadamente el apaciguamiento nos esta derrotando.



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