"El Proyecto Varela y el Tratado de París"

por John Pérez-Sampedro

En 1898 España contaba con pocos recursos para contener la guerra que habían sostenido con los cubanos por más de tres décadas y hasta los líderes del ejército español admitían públicamente que una victoria mambisa era solo cuestión de tiempo.

La voladura del Maine en la bahía de la Habana el 15 de febrero de 1898 precipitó la guerra "Hispano Americana" la cual culminó en el tratado de París el 10 de Octubre de 1898. En dicho tratado, España tubo que abandonar Cuba, ceder las islas Guam y de Puerto Rico a los EEUU como indemnización de guerra, vender las Filipinas a los EEUU por 20 millones de dólares. En añadidura, los americanos, no tuvieron que pagar las deudas coloniales como insistían los españoles durante las negociaciones del Tratado de París.

Un año después en 1899 España vendió las demás islas del Pacífico a Alemania por 25 millones de marcos. Con esa transacción, España regresaba a sus fronteras de 1492.

Es muy posible que después del Tratado de París haya surgido la famosa frase española de "más se perdió en Cuba", aunque las cosas podrían haber sido peor para España, ya que el presidente William McKinley tenía la intención de atacar la Península Española si España no sacaba inmediatamente sus tropas de Cuba.

Además, El Tratado de París permitió que los españoles se quedaran con todas sus propiedades y sus negocios en Cuba.

En una conversación que sostuve recientemente sobre el "Tratado de París"con el Dr. José Sánchez-Boudy- "El hombre de la Cuba Eterna," poeta, ensayista y autor de más de 72 libros, él me explicó lo siguiente:

"La inmigración española a Cuba después de 1903 produjo muchos pequeños empresarios, pero ellos empleaban solamente a españoles marginando a los criollos. Esto fue debido a que el Tratado de París permitió que los españoles se quedaran con todas sus propiedades y sus negocios. El resultado fue que los puestos de trabajos quedaron también en manos de los españoles.

Por eso, años más tarde, el presidente Grau San Martín instituyó la ley del 50 por ciento, la cual obligaba a las empresas extranjeras a que el 50 porciento de los empleados tenían que ser cubanos. Esto se hizo para tratar de compensar la desigualdad creada por el Tratado de París."

Desigualdad que podría surgir en la Cuba del futuro si el "Proyecto Varela" se implantara en la Isla, antes o después de la muerte del Dictador, en cuyo caso, al igual que sucedió con el "Tratado de París,"los empleos, los negocios y las propiedades quedarán en manos de la elite arrogante; de la vieja casta de la cúpula comunista y sus familiares.

En realidad sería peor que el "Tratado de París", porque por lo menos, las empresas que existían en aquel entonces habían sido creadas con el sudor y el esfuerzo de los españoles y era justo que no se las quitaran, pero en el caso de la Cuba actual, las propiedades que el "Proyecto Varela" provee que queden en manos de los comunistas, fueron robadas a los que las crearon con el sudor de su frente.

Después de medio siglo de demagogia y falsas promesas de justicia social, la implementación del "Proyecto" obligaría a la gran masa del pueblo cubano ávido de cambio, a enfrentarse a la cruel realidad, quizá violentamente, de que las promesas de cambio del "Proyecto Varela," eran solamente eso, promesas.

El "Proyecto Varela" provee que los jueces comunistas se queden en sus puestos, ellos decidirán lo que es justo en la Cuba del futuro. Me imagino que lo harán con el mismo sentido de justicia de "la ley del embudo" con que lo han hecho durante medio siglo, todo para ellos y nada para el pueblo.

El "Proyecto Varela" provee una amnistía general que no es más que una absolución en masa y por adelantado, de todos los crímenes cometidos por los comunistas en Cuba durante la Dictadura.

El "Proyecto Varela" provee que los comunistas se queden con la mayoría de los delegados de la asamblea del "Poder Popular".

Es risorio pensar que esos mismos comunistas que no han hecho nada por el pueblo durante medio siglo, van ahora a seleccionar imparcialmente una comisión justa e independiente, para la conciliación y el diálogo nacional.

El "Proyecto Varela"deriva su legalidad de la Constitución Comunista del 76 la cual nunca fue ratificada por el pueblo. Eso sin hablar de que la legítima Constitución cubana de 1940 nunca fue derogada. Al mismo tiempo, el "Proyecto Varela" provee que quede nulo el Partido Comunista, pero la constitución de 1976 y sus modificaciones las cuales estipulan que el Partido Comunista es el único partido legal en Cuba quedará vigente.

Cuando hemos pedido explicaciones sobre esta incongruencia la respuesta de los proponentes del "Proyecto" ha sido siempre: "eso lo iremos solucionando en el camino, porque todo es negociable".

Pero si todo es negociable, ¿porqué estipularon en el "Proyecto Varela" con lujo de detalles todos los puntos anteriores?. . . . . . .

Por un lado cuando los proponentes del "Proyecto Varela" nos quieren vender algún punto, se refieren al párrafo específico, pero por el otro, cuando no pueden explicar una de las tantas incongruencias del "Proyecto", entonces nos dicen que todo es negociable, que nada está escrito en piedra.

De todas las ventajas que poseen los comunistas, una de la cual nadie habla, pero que por sí sola representa la más poderosa y la que además nadie les puede quitar, es la excelente educación que por medio siglo han obtenido y la cual se la han impartido además a sus hijos.

Estas dos generaciones de comunistas altamente calificados tendrá un gran impacto en la Cuba del futuro, porque un país en rápido desarrollo como podría estar Cuba a corto o a mediado plazo, necesitará de ciudadanos bien preparados que puedan llenar los puestos de gerentes y de alta tecnología que invariablemente estarán disponibles en la Isla. Eso sin mencionar los puestos políticos empezando por el de presidente. Puestos que serían llenados en su mayoría por los comunistas y sus hijos.

El caso de los Ex-satélites de la extinta Unión Soviética se podría repetir en Cuba.

Los opositores de esos países y sus hijos, a los cuales por sus principios anticomunistas les fueron negado el derecho a una carrera universitaria. Años después cuando pudieron independizarse del "Imperio del Mal", esos hombres y mujeres honrados, de probada ética y moral, no pudieron participar en el competitivo mercado capitalista por carecer de una educación formal.

Que ironía y que injusticia que los comunistas y sus hijos si lo estaban en Polonia, Checoslovaquia y otros. Lo mismo, inevitablemente sucederá en la Cuba después de Castro.

Y yo me pregunto: con el poder de las ventajas educacional, además del poder político, el poder económico, el poder jurídico, el control de la prensa, la televisión, el radio, las organizaciones laborales y los presidentes de los comites de barrios convertidos a sargentos políticos. Con todo ese poder en sus manos, ¿qué más pudiéramos entregarle a los comunistas a través del "Proyecto Varela" para incentivarlos a que nos permitan regresar a una Cuba "libre"?

Porque eso es lo que realmente es el "Proyecto Varela", una entrega total e incomprensible a los comunistas de los derechos, las propiedades y el patrimonio cubano. ¿A cambio de qué? ¿De espacios para la Iglesia corrupta que lo patrocina? ¿Qué razón incomprensible podrán tener los que abogan por el "Proyecto Varela"? , porque ellos tienen que saber lo destructivo que éste será para la Cuba del futuro, si finalmente y convenientemente lo implantan en cuba los comunistas, después de la muerte del Dictador.

Y además de todo lo anterior, los "ex-comunistas" tendrán un año entero para crear partidos políticos y ser elegidos a puestos claves de gobierno, dentro de la ley y sin oposición, porque los exiliados tendríamos que vivir en Cuba por lo menos un año antes de poder aspirar a algún puesto político.

Eso sin contar que los que nos hemos hecho ciudadanos de otros países tendremos que luchar en las cortes cubanas, ante jueces "ex-comunistas", durante 5 años, para tratar de recuperar nuestra ciudadanía.

En resumen, si me dan a escoger entre el "Proyecto Varela" y un nuevo "Tratado de París", me quedo con el "Tratado de París" y la correspondiente ocupación norteamericana, porque aunque el "Tratado de París" ni siquiera hacía mención de una Cuba democrática, cuando fue implementado, no solamente la logramos en corto tiempo y sin promesas, sino, que en cierta forma nos beneficiamos con la ocupación norteamericana.

La ocupación nos dio la oportunidad de llevar a cabo proyectos de infraextructura mientras nos organizábamos políticamente y nos preparabamos para tomar las riendas de una democracia para la cual no estábamos preparados entonces y menos los estamos ahora.

En cambio el "Proyecto Varela" nos promete independencia y libertad, pero solo en teoría porque en la práctica entrega la Patria atada de pies y manos a los viejos perros castristas, aunque se hayan disfrazado con un diferente collar.


John Pérez-Sampedro es Poeta y analista político. Autor de "Cuba la Conspiración del Silencio. "De Dios de Amor y De Patria " y "Poems and Drawings for Little People" entre otros. Colaborador de la revista electrónica Guaracabuya. Miembro del Colegio de Periodistas Cubanos en el Exilio. Director de la página electrónica ¿Qué Pasa en América?
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