LAS PÉRDIDAS DE GIRÓN

Por Mario A. Martínez-Malo


OBSERVADOR AVANZADO

BATALLÓN 2 — INFANTERÍA # 3057

Aunque parezca insólito, después de cuarenta y cinco años de la Invasión de Bahía de Cochinos aún se desconocen las bajas que el ejército castrista sufríó durante la invasión, y la composición de nuestras bajas.

La Brigada perdió ciento cuatro de sus miembros de la siguiente manera:

· Muertos por accidente en el campamento: — 3

· Muerto por accidente en la travesía: — 1

· Muertos por accidentes en batalla: — 2

· Equipos de infiltración fusilados: — 4

· Pilotos derribados: — 16 (12 cubanos y 4 norteamericanos)

· Ametrallados y ahogados en la MV Houston: — 12

· Asesinados durante la retirada en la Ciénega 4

· Muertos por asfixia en la rastra: — 9

· Muertos por hambre y sed en la travesía del Golfo de México: — 10

· Fusilados en prisión: — 5

· Muertos por enfermedad en prisión: — 2

· Muertos en batalla: — 37

· Total de muertos directamente durante la invasión: — 53 (16 pilotos +37 infantes)

Total de muertos: — 55 (53+2)

Total de heridos: — 60

Total de bajas: — 115 (55+60)


Total que desembarcaron:1229: 1113 prisioneros + 89 muertos (104-3-1-4-2-5) +27 que pudieron escapar

Proporción de bajas a total de tropas desembarcadas: 9.357% (115/1229)

La proporción de nuestras bajas fueron superiores a las experimentadas por las tropas de los Aliados durante el desembarco de Normandía en cualquiera de las cuatro playas durante el “D Day”.

Un estimado conservador de las bajas de las milicias y del ejército castrista calcula de la siguiente manera:

· Frente de Playa Larga 4/17 al 4/18: 2,880 (3,600x80%)

· Frente de Palmite, Yaguaramas y San Blás 4/17 al 4/19: 500

· Frente de Girón a Playa Larga: 2,000

Total de bajas: 5,380 ( 2,880+500+2000)

Total de tropas en el cerco de Girón: 62,000

Total de bajas a total de tropas: 8.677% (5,380/62,000)


La diferencia en la proporción de bajas entre ellos y nosotros fue de 0.068% (9.357%-8.677%) a diferencia de que ellos eran más de cincuenta veces el número nuestro (62,000/1,229 =50.45).

Debemos hacer notar que más del 20% de los miembros de la Brigada habían recibido menos de una semana de entrenamiento, y la artillería pesada, tanques y aviación comunistas eran muy superiores a la nuestra.

La Brigada cuando desembarcó, debido a la travesía en barcos no equipados para ello, llevaban tres días en que malamente habían comido y muy poca agua habían tomado, sin contar el mal dormir. Los paracaidistas no sufrieron mejor suerte. Estuvieron sentados con todo el equipo arriba de ellos por más de seis horas durante el vuelo de Nicaragua a Cuba. Estaban agotados y entumecidos de dolor cuando saltaron.

Frente de Playa Larga: Durante la madrugada del 17 de abril de 1961 el Batallón 2 de Infantería comenzó a desembarcar las tropas de la MV Houston cuando fueron sorprendidos por la aviación castrista. Milagrosamente todo el batallón, menos la tercera parte de una compañía llegaron a la playa. El batallón 5, que venía como batallón de apoyo a nosotros en el Houston, sufrió la peor suerte al ser ametrallado sin clemencia cuando el barco estaba varado (12 murieron acribillados o ahogados).

El Capitán Luis Morse Sr. de la MV Houston movió el barco varado en dirección a la orilla opuesta del lugar donde había desembarcado las tropas del Batallón 2 y lo encalló en la playa, con está acción le salvó la vida a un grupo de sus tripulantes (al poder estos nadar hasta la playa) permitiéndoles a otros el poder escapar por tierra y no caer prisioneros.

Las lanchas patrulleras de apoyo: Blagar y Bárbara J por tres noches consecutivas entraban a la playa a recoger náufragos y así se salvaron otros brigadistas. En la playa nos estaba esperando un camión lleno de milicianos de la zona. Se les pidió repetidamente que se rindieran,. No lo hicieron. Nos abrieron fuego y fueron prácticamente eliminados (habían entre ellos ancianos y mujeres ). Al tirano no le importaba escudarse detrás de ancianos y mujeres con tal de él salvarse. .

Seguimos avanzando, y por un costado de la carretera nos comenzaron a disparar un grupo de milicianas que venían a través de la ciénega o pantanos y caminando por arriba de dientes de perro (rocas afiladas)). Ellas trataban de brincar por arriba de una cerca de alambres de púas. Gritaban «patria o muerte» y «muerte al invasor.» No estaban entrenadas para combatir con nosotros,. La batalla duró escasamente quince minutos.

Al mediodía, estaríamos como a tres kilómetros de la playa. La aviación nuestra comenzó a bombardear y ametrallar las líneas enemigas que comenzaban a concentrarse. Las compañías E, F, G de nuestro batallón 2 emplazaron sus calibres 30 y junto con los fusiles sin retroceso, calibre 57mm de la compañía H

Comenzaron un desbastador fuego contra los vehículos y tropas que venían por la carretera del Central Australia hacia Playa Larga. Los morteros de 81mm de la compañía H se hicieron sentir desde la playa. Los milicianos venían como zombis enardecidos hacia nosotros,. Se escondían detrás de ambulancias y de vehículos con banderas blancas y de la cruz roja. Fue dantesco ver cómo morían por ese Judas..

Al anochecer nos dieron la orden de retroceder y atrincherarnos alrededor de la carretera donde hay una curva o rotunda. Este lugar nos ofrecía una mejor protección para la defensa de la zona.

Nosotros estábamos agrupados en las laderas de la carretera ya que era imposible abrir trincheras en los dientes de perro. Recibimos refuerzos del Batallón de Armas Pesadas y trajeron con ellos una ametralladora pesada calibre 50 y un fusil sin retroceso de 75mm, los que bien uso le darían esa noche. Por añadidura, se nos unieron dos tanques M41 y se apostaron en el recodo de la rotonda.

Las fuerzas castristas comenzaron a utilizar aviones como observadores avanzados y a bombardear la playa con howitzers de 122mm, los cuales tienen un poder de alcance de 20km en contra de los 2.5kms de nuestros 81mm.

Solamente los que participaron en la batalla de la Rotonda («Life Magazine» la inmortalizó en un artículo de la época como la batalla de la Rotonda) pueden comprender lo que pasó esa noche, ya que no se dejó de combatir desde las 8:00PM hasta las 6:00AM del día siguiente. En esa larga noche siete tanques Stalin 72 fueron destruidos o sacados de servicio,. El último se rindió con solamente un tripulante vivo al amanecer frente a nuestros morteristas en la playa. Como en esos momentos en esa playa no contábamos con ningún tipo de armamento para combatir al tanque, hubiera sido una masacre.

En la retaguardia teníamos un problema de seguridad grande al tener un grupo de más de trescientos hombres entre prisioneros y campesinos de la zona que se nos habían unidos ( en ese momento nuestra retaguardia no contaba con más de treinta invasores).

Esos campesinos hicieron de guardias de seguridad, cargaban municiones, hacían de todo. ¡Qué demostración tan grande de coraje dieron esos campesinos! Ninguno se quejó cuando nos tuvimos que retirar esa mañana, nos dijeron que había sido un honor el haber combatido al lado nuestro. Nadie probó bocado en esas treinta y seis horas. Muchos de ellos cumplieron largas condenas por la ayuda que nos prestaron.

Esa noche los batallones de la Policía Nacional de Efigenio Almejeiras, el 339 de Cienfuegos y un Batallón de Responsables de Milicias de Matanzas fueron totalmente aniquilados (nuestros heridos que estuvieron en los hospitales de Cienfuegos y demás hospitales de la zona son testigo de lo narrado). Cada Batallón contaba de 1200-1250 hombres, asumiendo bajas del 80% nos da la cifra de 2,880 (1200x3x80%=2,880). No contamos las bajas que nosotros infligimos durante el día (camión de milicianos +Batallón de milicianas + las batallas de por la tarde +los bombardeos de nuestros aviones y morteros).

En aquella acción, nosotros solo experimentamos cinco bajas: tres muertos en la Rotonda, Gilberto Hernández Ramírez (El Barberito) operador calibre 30, Oscar F. Rodón y Caminero (Felipito) Bazuquero, ambos del Batallón 2 y Rafael Campos Gutiérrez (Campitos) Tirador calibre 50-Armas Pesadas. Herido de gravedad en el bombardeo de la playa, Juan A. Figueras y Valdés-Bon 4 y muerto al dispararse accidentalmente una calibre 30, Fernando Casanova Gómez-Bon 6.

A nuestra Jefatura le preocupaba que las tropas castristas fueran a desembarcar por la playa y mandaron desde Girón, para proteger nuestra retaguardia, una Compañía de cada uno de los Batallones 4 y 6.

Frente de Palmite, Yaguaramas y San Blás: Esos frentes tenían una concentración de los batallones de Paracaidistas (Bon 1), Bon 3, Armas Pesadas y reforzados por los Batallones 4 y 6, además contaron con 3 Tanques M41. La aviación nuestra bombardeó continuamente esa zona.

Tomaron prisionero al Comandante Evelio Duque que tenía a su mando un ejercito de 5,000 soldados quien se quedó admirado del número tan pequeño que éramos y las grandes bajas que le habíamos ocasionado..

Debido al número de nuestras tropas y de los días que estuvieron combatiendo en esa zona, podemos claramente estimar en 500 las bajas comunistas en ese sector. Hay que destacar que los marineros de los barcos mercantes en que nos trasladaron no eran parte de la Brigada, pero en el momento preciso se portaron como leones.

Frente de Girón a Playa Larga: Cuando nuestra compañía H se estaba retirando hacia los pantanos, al haberse dado la orden de tratar de llegar a las montañas del Escambray (por cierto el gobierno Castrista había declarado públicamente en el Periódico Revolución en un titular del 15 de abril: se da por terminada la operación de limpieza del Escambray los últimos novecientos alzados han sido hecho prisioneros.

Lo leí con mis propios ojos el día 22 estando prisionero en unas de las casitas de la playa) y de unirnos a la resistencia de esa zona, de pronto oigo que me gritan “Mayito”, era nuestro G4 Jefe de Suministros Roberto Pertierra el cual me dice que él tenía en una de las casas en la playa 405 granadas de mortero de 81mm, ya que le habían informado que procedente de la carretera de Playa Larga a Girón venía una columna de miles de soldados del ejército rebelde, que si no parábamos esa columna ellos podían entrar libremente en la playa, y la matanza que infringirían a nuestras tropas cansadas, sin municiones y en retirada, sería monumental. Todos, como un solo hombre dieron un paso al frente mientras la Brigada se replegaba hacia los pantanos nosotros regresábamos suicidamente al frente, Creo que cualquiera de nuestros batallones en las mismas circunstancias hubiera hecho lo mismo. Ésos fueron los hombres de la Gloriosa Brigada 2506.

Paramos la retirada de nuestra compañía y Roberto les explicó la situación, Freddy Calá fusilero de nuestro batallón, nos dijo que el había visto un camión cerca de allí, lo vimos regresar con el camión, montamos las cajas de morteros arriba de este y nos subimos todos al camión.

Es bueno recordar los nombres de los participantes de esa epopeya: Los primos Julio, Ernesto, Raúl y Oscar Díez-Argüelles, Juan M. Levy Pardo, Pedro Pablo Patiños, Pedro Santana, Francisco J. Hernández, Gabriel Otis, Félíx López, Guillermo Sueiro, Franz Hoed, José Miró, Alberto M.Campos, José M. Sosa, Juan B. Sollosso,, Roberto Perkins ,Humberto Díaz Argüelles, Guido Conill, Roberto Vázquez, Graciliano Santamaría, Gonzalo H. Morales y Juan Montoya. Casí la mitad de ellos ya no se encuentran entre nosotros. Descansen en paz.

Durante aquel viaje de regreso al frente, dos veces fuimos atacados por la aviación enemiga. Dos veces nos bajamos y nos volvimos a subir al camión, avanzamos hasta dentro del territorio enemigo, plantamos los morteros y creamos el fuego de voleo más extraordinario jamás visto. En menos de veinte minutos habíamos descargado todas las 405 granadas, paralizado totalmente la marcha del ejército castrista sobre Girón, aquel fuego de morteros fue tan efectivo que no entraron en Girón hasta el día siguiente. Para que comprendan lo aniquilador de nuestro ataque, una Granada de mortero de 81mm tiene un radio de devastación de veinticinco yardas.

Cuando nos tomaron prisioneros interrogaban a todo el mundo para saber quiénes habían sido morteristas, con autoridad podemos decir que ocasionamos más de dos mil bajas y le salvamos la vida a cientos de nuestros hermanos.

En nuestro ejército nadie tenía rango. Y a pesar de los cientos de actos heroicos nadie recibió medalla ni nadie la pidió. No nos rendimos, Fuimos hechos prisioneros. No firmamos un tratado de paz, ni perdimos una batalla. La guerra sigue. ¿Qué hubiera sucedido si hubiéramos desembarcado ametralladoras antiaéreas ? ¿Si hubiéramos desembarcado por Trinidad?

¿Si hubiéramos tenido un aeropuerto para nuestros aviones o aviones y tanques más modernos ? ¿Si no nos hubieran hundido los dos barcos más importante de la invasión? ¿Si hubiéramos sido una fuerza expedicionaria más numerosa? ¿Si hubiéramos tenido otro presidente en la Casa Blanca? Cualquiera de esos hechos hubieran cambiado el curso de la historia de Cuba y del Continente Americano. Hoy todos estamos pagando el abandono que sufrimos durante la invasión de Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961.



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