VOCACIÓN MASOQUISTA

Por Miguel Uría

Lo que viene, lo que ya vino y seguirá viniendo, es y será, socialismo financiado con dólares.

Aparte de que no hay ningún marine en Cuba, dando órdenes de qué criar o sembrar, se aduce que la causa de la pobreza en Cuba está en la existencia del embargo. Que no es moral que se permita con ello, que países que invertirían en Cuba, no lo hacen por temor a las sanciones de la ley Helms-Burton, y por tanto impedimento al progreso y bienestar económico del pueblo cubano. Gran falacia, ley del embudo e indignación selectiva. Representa aún mayor inmoralidad -- sí se aceptara que la otra lo es -- el apartheid que se implanta cuando el inversionista extranjero negocia con Osmany Cienfuegos, $15 por hora al trabajador en el capítulo laboral, y el gobierno comunista se queda financiando la represión con los $15 por hora, y olvidando el capítulo laboral de la transacción, le paga al obrero cubano los $15 pero, en vez de por hora, ¡por mes!

Y si a los promotores de apertura con Castro que sean cubanos no les importa esa inmoralidad... ése es su problema. Cuando llegue la entrevista con Bárbara Walters se darán cuenta de su responsabilidad con el pueblo cubano.

Cien mil millones en 30 años recibió Castro con el mega subsidio soviético que equivale a 3 mil millones promedio anual. Ahora, además del aumento en las entradas por concepto del turismo, lavado de dinero, cobros por protección al transporte de drogas por la marina de guerra cubana hasta aguas cercanas a las norteamericanas, más la aún considerable ayuda rusa, Cuba recibe mil millones en giros o remesas en dólares del exilio «duro, troglodita, cavernario, intransigente, materialista y poco cristiano. »

Imagínense lo que aumentará esa cifra, ahora que abrieron sustancialmente la pila. Estos mil millones del exilio en lo adelante será mayor. Vale más que los tres mil de los soviéticos, porque es divisa pura y nada a cambio. De los tres mil millones soviéticos de antes, Castro tenía que entregar a cambio más de la mitad en azúcar, níquel y productos agropecuarios que se enviaban a la URSS. Sin olvidar la enorme contribución cubana en sangre, aportada en mayor cuantía por los negros cubanos -- un valor incalculable perdido para siempre -- sangre derramada sirviendo al imperialismo rojo, en África, Vietnam, el Medio Oriente y Pakistán. En esas campañas, más del 90 por ciento de las tropas (las que pusieron los muertos en el campo de batalla), no fueron blancas. Como contraste, más del 95 por ciento de la alta oficialidad cubana que comandó esas campañas por más de veinte años, no era negra.

La premisa de que Fidel Castro va a cambiar si los Estados Unidos efectúan una apertura política y económica es una falacia. Cuatro décadas de intransigencia reiterada, verbal, escrita, y demostrada en múltiples acciones, parece que nada dicen a los que promueven la apertura. ¡Que va a cambiar un individuo que profesa tanto odio al pueblo, a lo cubano, que seriamente arriesgó la existencia misma, no de unos cuántos, sino de la población entera de una nación... supuestamente su propia patria, la cubana, ¡con una aventura nuclear injustificable y desbastadora!

¿Política de apertura a la Polonia, para que Cuba se libere? Eso es también una premisa falsa. Un sacerdote párroco, en cualquier aldea polaca, tenía más poder y liderazgo que el comisario político local. Además, en Polonia hay y había, miles de seglares activos en una población inmensamente católica. En Cuba, hay menos de 300 sacerdotes y una minoría católica practicante.

La apertura no consolidará a los comunistas --ya están consolidados-- pero sí extenderá indebidamente, la existencia de lo ya consolidado. Y ello, para los que la promueven, si son cubanos, es una gran responsabilidad histórica. El bumerán siempre regresa. Y vendrá el rechinar de dientes; el convencimiento y realización de una vocación masoquista y pretenciosa; el egoísmo injustificable; el olvido y la falta de respeto que se debe a tanta tortura, cautiverio y martirio de tantos.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) -- institución reconocida como profesional y experimentada--son las que gobiernan en Cuba y no tienen un sólo reto físico, salvo el mismo Fidel Castro. En el modelo soviético, los medios de producción en la Rusia de ahora se repartieron entre los altos jefes del partido comunista y los de la KGB. En Cuba, el modelo en uso es distinto y desafortunadamente más sólido: los beneficiarios del reparto son, exclusivamente -- repito -- exclusivamente, los generales. Más nadie. Repito, más nadie.

Son número uno. Saben lo que hacen. Están preparadas. No tienen retos. Tienen las armas en las manos. Sólo una gravísima provocación nuclear o de armas de destrucción masiva, i.e. uso bacteriológico, tendría respuesta de los Marines. Sólo eso. ¿Por qué van a entregar el poder? Quizás los aperturistas tendrán información especial que explique cómo va a venir la derrota del enemigo. ¿Estaré ofendiendo a alguien llamándole así; enemigo?

Recuerden que es increíble y triste que entre los cubanos, la nación cubana, no existe, piensen esto, no existe la figura delictiva de la traición. Me gustaría conocer de quien lea estas líneas una situación, dando rienda suelta a la imaginación, de un acto, de una acción, hoy por hoy, que se considere una traición, con sus implicaciones. Tenga en consideración que en la historia universal siempre ha existido una acción que el pueblo, la nación, todos sin excepción, aparte de los traidores mismos, consideran alguna específica acción como traición e inaceptable al resto in totum como bochornosamente TRAICIÓN A LA PATRIA. Quisiera saber de una considerada así hoy día, lo cual es indicativo de a qué grado de degradación se ha llegado y como, Antonio Gramsci luce que está triunfando -- tristemente para nosotros los no marxistas.

Todos los países del mundo los apoyan, incluyendo, especialmente los Estados Unidos, el país más poderoso de la tierra En 1971, el «pacto Kissinger-Raúl Castro» liquidó hasta el día de hoy el aparato anticastrista subvencionado. Y se persiguió y se persigue, a todo el que intente acciones punitivas contra el enemigo. ¿Ofendo a alguien por llamar a ésos, enemigos? O sea, que si un individuo de nacionalidad cubana, esa nacionalidad extranjera que tanto ayudó a que se lograra la independencia norteamericana, ciudadano o no, tratase de ejercitar su derecho de beligerancia -- derecho inalienable de toda nación -- de tomar acción por la libertad de su país, desde territorio norteamericano, o de cualquier país del Hemisferio, ése es detenido y juzgado con la misma ley que aplican selectivamente, pero eficientemente las autoridades norteamericanas. La Ley de Neutralidad hoy vigente, estaba vigente también cuando las autoridades estadounidenses no obstaculizaban la ayuda a la Sierra. Es más propiciaron el desembarco en Girón, y selectivamente ayudaron limitadamente, pero por años, a grupos de infiltración. Para resaltar la indignación selectiva de los que deciden, también vigente la Ley de Neutralidad estaba vigente, cuando lo de Grenada, Panamá y Haití.

Quizás los partidarios de la apertura, tengan información de que nuevamente no van a aplicar dicha Ley de Neutralidad, y ello explique el que se vaya a lograr así la libertad del pueblo cubano. Sí es así, que Dios los oiga, ya que eso es lo que, en términos humanos, lo único que estimo lograría la libertad de los cubanos y sin costarle un solo soldado al pueblo norteamericano.

La apertura parte de la premisa de que la intransigencia de Castro dejará de existir y que es concebible de que se transforme, deje sus costumbres, cambie y ofrezca elecciones libres. Que a pesar de que ha dicho enfática y repetidamente que no es posible su cambio ni piensa entregar el poder antes de su muerte. La apertura parte de la base de que cuando Castro muera, aquello no es sostenible, a contrario censu de la opinión calificada de los más estelares servicios de inteligencia en el mundo, israelíes, sudafricanos, británicos y alemanes, que la experiencia de nueve años de los generales gobernando a Cuba no es suficiente para aguantar el impacto de la muerte de Castro. O que van a entregar masoquísticamente y por primera vez en la historia, las armas.

Que la miseria del pueblo de Cuba no se debe a que -- parafraseando creo que a Buckley -- si los socialistas toman el desierto del Sahara no pasaría nada por varios años y entonces habría una escasez de arena. El marxismo, aparte de anticristiano e intrínsecamente perverso, NO FUNCIONA. No ha sido útil jamás. Los partidarios de la apertura no consideran que mil millones ya, y el aumento jurásico que a esos mil millones inmediatamente le ocurrirá en remesas del exilio egoísta, no ayudará aún más a la consolidación de la ya consolidada camarilla de delincuentes.

No, lo que pasa es que Clinton siempre ha querido eliminar el embargo y firmó la ley Helms/Burton obligado por el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, al tiempo que estaba a punto de levantarlo, en febrero de 1996. Ahora sabemos, descubrimos, que el valor que le asigna el gobierno de Clinton a la vida de un piloto de su país, a un ciudadano norteamericano, que además es patriota y amante de la libertad, es de 180 días (dos años dividido por cuatro mártires) el tiempo transcurrido desde el asesinato aéreo.

La llamada «mafia de Atlanta» lidereada por Carter, Ted Turner y Roberto Pastor, el arquitecto de la invasión de Haití y altamente influyente en la política hacia Latinoamérica de los Estados Unidos, y sostenida en esta administración, buscan beneficiar a su favorito Castro. Y como se suma a ello un movimiento considerable de importantes corporaciones, lidereado entre otros por David Rockefeller, era imposible no pensar que se produjera la reciente medida del día primero de primavera del 98, que diera comienzo a la nueva apertura.

Todos estos beneficiarios de la libertad en este país que nos dio refugio, quieren darle un regalo a Castro, el Robin Hood de la América. Un buen número de los jefes de corporaciones americanas, que han "visitado" a Cuba, deben de estar en "video tapes" y chantajeados por los agentes de Castro. El que no ha ido y piensa en las oportunidades de hacer dinero en una apertura, no se ha detenido a pensar que no puede haber capitalismo o libre empresa, donde no hay reglas fijas de juego. Ahora bien, como a la mayoría les importa sólo hacer dinero a toda costa y sin consideraciones morales, obviamente están en el camino adecuado a esa filosofía.

Cuando llegue el paso futuro, y el embargo haya sido eliminado, y los créditos de las organizaciones internacionales estén al acceso del gobierno de Cuba, Castro vivo o Castro muerto, las corporaciones se las agenciarán para que les paguen en dólares y fuera de Cuba, por construir infraestructuras o lo que sea, o invertir en transacciones de «muerde y huye» sin riesgo permanente por la brevedad del ciclo de los ingresos o ganancias de la inversión, ése también hará dinero. No importará que el gobierno cobre gordo y pague flaco al trabajador cubano. Gramsci parece estar ganando, parece prevalecer. Ése es el gran enemigo.

Y a los tres o cuatro años después de levantado el famoso embargo y Bárbara Walters, o equivalente, entreviste a Fidel Castro o sustituto y le pregunte: «Colomé, digo Castro, ¿cómo es que llevamos ya varios años de embargo eliminado y el nivel de vida del cubano es más o menos el mismo de cuando existía el embargo, y ni elecciones siquiera contempladas y sigue el mismo apartheid?

Castro matemáticamente tendrá la oportunidad de responder, gracias al regalo de Carter con la apertura: «Mira, Barbara, cuando por cuatro décadas tuvimos que sufrir el embargo sobre nuestras espaldas, eso nos partió la columna vertebral, y usted bien sabe que a pesar de la estelar habilidad de los médicos económicos cubanos, una herida de esa naturaleza no se cura en cinco años, sino en muchísimos. Eso todo el mundo lo sabe. Además, fíjate en las carreteras, y los edificios en pie. Y más túneles per cápita que ningún otro país del mundo.

Y así vislumbra el horizonte un exilio aún más doloroso, en que cada vez más, un número mayor de amigos compatriotas irán justificando la visita a la Isla. En justificar la contradicción de términos de la realidad práctica de una apertura cerrada, comprometida, de ceder al asquearse moralmente.

De un olvido jamás justificable e incompatible del presidio político y aún más de los mártires de “¡Viva Cristo Rey!” las «¡Gracias Aperturantes!» me recuerda aquellas: «¡Gracias Fidel!»


Miguel Uría

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