VÍCTIMAS DE UNA CONFABULACIÓN

por Rafael Barreto


Estámos siendo victimas de una confabulación basada en la colaboración que indudablemente se le brinda al régimen comunista de La Habana.

Me explico: En unos dias ya pasados, 4 jóvenes Cubanos tomaron una pequeña y endeble embarcación, sin permiso del dueño y se hicieron a la mar apostando con sus vidas con el fín de alcanzar el premio más codiciado por la existencia humana: LA LIBERTAD.

Al entrar, la frágil nave en las corrientes del Golfo, sosobró quedando inservible para navegar y solo útil para sujetarse de las tablas. Ya con quince dias a la deriva y perdidas todas las esperanzas, acechados por el hambre y la desesperación y ya habiendo sus pieles cedido a los ataques implacables de los rayos solares y el salitre del mar, brilló una luz en las esperanzas perdidas de aquellos cuatro Cubanos que ya morían por llegar a tierras libres.

Una enorme mole de hierro bien pintada navegaba rumbo a ellos. Los cuatro jóvenes pegaron de gritos y saltos de alegría mostrandole a las pupilas asustadas de los viajeros del lujoso crucero, las terribles quemaduras que mostraban por todos sus cuerpos. Esto lo mostró la televisión en el Canal 4 y Canal 6 de Nueva Orleans gracias a un turista pasajero en el barco quien lo filmó

Los jóvenes fueron rescatados y subidos a bordo y aquí es que empezamos a ser víctimas de la mencionada confabulación. Una ves que nuestros héroes subieron a bordo quedaron completamente incomunicados; y como los tentáculos de la justicia, de la razón y la verdad tiene tanto alcance que a la media hora de lo sucedido, ya estába en nuestras manos la noticia.

Resulta ser que un anónimo del crucero, obtuvo no sé de que forma, un número de teléfono en la Florida y llamó a la tía de uno de los naúfragos, llamado Bernabé Evaristo Pérez Lescano. La prima de éste puso un E-Mail en el internet el cual llegó a las manos de Jorge Maspóns y el resto ya se lo pueden imaginar. La señona se llama Zaida Núñez y por ese mismo anónimo sabía que el crucero rendiría su viaje en la ciudad de Nueva Orleans. Así pues, la tía y la prima de uno de éstos naufragos viajaron a ésta ciudad para ver que se podía hacer. La fuimos a recoger a la estación de autobuses y fuimos de allí para el puerto.

El barco llegó con retrazo como de cuatro horas; sabiamos cuales eran la posibilidades que teníamos de tener éxito. Y si las cosas fueran legales y honradas, hoy los cuatro jóvenes estuvieran felizmente en libertad, pero he aquí el interés, no de cumplir la ley en los Estados Unidos, sino hacer cumplir las leyes a favor de los intereses del Castrocomunismo y en contra del pueblo Cubano. La la Ley de Ajuste Cubano dice que una vez que el individuo pisa tierra firme en los Estados Unidos tiene derecho a recibir asilo político en éste país. Y en este caso los Cubanos naufragos no pisaron tierra firme. Pero ¿Porqué no pisaron tierra firme? pues por la sencilla razón de que cuando fueron sacados del Crucero con bandera de Las Bahamas por un Guarda Costas de las Estados Unidos, no fueron llevados a tierra para brindarles atención médica como era lo indicado humanamente ya que se encontraban en mal estado de salud y en condiciones críticas. Prueba de ello es que ya los familiares de uno de ellos en Cuba recibieron una llamada de seguridad y textualmente le preguntaron, ¿Donde está Evaristo? La señora le contestó que fué a buscar trabajo y que no ha regresado. ¿Fué a buscar trabajo? Bueno pues, dentro de un mes ó mes y medio te vamos a llamar para que lo veas. Esto deja bien claro que todavía no están sanos de sus quemaduras y así demuestra también que en los Estados Unidos no le dieron atención y todo por no bajarlos a tierra, por el deseo marcado de complacer a Fidel.

Ahora me gustaría contar algo de las experiencias vividas en el puerto. Cuando llegó el barco, el último piso estába repleto de pasajeros y empleados del mísmo. Aquella gente parece haberse dado cuenta de quienes eramos porque empezaron a gritarnos que ya los Cubanos no estában a bordo. Por ellos supimos que un Guarda-Costas había intersectado al Crucero y se habían llevado a los Cubanos. Esto fué en la desembocadura del Río Mississippi. Tratamos de acercarnos al barco y no se nos permitió. Tratamos de acercarnos a los oficiales y no se nos permitió. Nos dimos cuenta que no querían darnos ninguna información y eso que estámos acompañados por el Canal 4 de Televisión y también el Canal 6. Pero a la prensa no solo no los dejaron trabajar sino que fueron tratados con el mismo método que a nosotros, bastante malo. Salimos del puerto con los ánimos destrozados, pero todavía en la guerra. Llevamos a los familiares de uno de los jóvenes a descansar al hogar de nuestro compatriota Richard Diaz y alli comenzó la batalla telefónica; no quedó un Congrecista que no fuera enterado del asunto, ni un oficial de inmigración al que no se le pidiese información pero para asombro nuestro nadie sabía nada.

La damas, familiares de uno de los balseros y nosotros, estámos muy agradecidos de las personas que nos acompañaron y también a los que usando el teléfono se pusieron a la órden y se mantuvieron preocupados. Joel Rodriguez, Nereida Torres, Lolita Maspóns, Andrés Gonzales y Miguel Uria. Bueno con el perdón de los que no puedo mencionar, pero si son muchos.

Y aquí presentes, como siempre, Miguel DiGiacomo, el Nicaraguense José Selva y su esposa, Jorge Maspóns, el que les habla y las dos damas familiares de uno de los balseros. Ricardo Diaz y su esposa y muy especialmente a el Canal 4 y el Canal 6, lo mismo que el New Orleans Times-Picayune que allí estuvieron luchando como si hubiesen sido uno de nosotros.

Gracias por todo. Y los líderes de éste exilio brillaron por su ausencia. Aquí no habían caciques, solo indios.


FIN


Rafael Barreto

Programa "Rompiendo el Silencio"
Contribución del Sr. Rafael Barreto, Sábado 7 Octubre, 2000
KGLA 1540 AM, Marrero, Lousiana


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